Cenar solo fruta puede parecer una opción saludable y ligera, especialmente si se busca perder peso o mantener una alimentación equilibrada. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cenar exclusivamente fruta puede no ser una elección nutricionalmente adecuada ni beneficiosa para la salud a largo plazo. 

"Cenar solo fruta resulta bastante escaso. Por ejemplo, solo con este tipo de alimentos se está descuidando la ingesta de nutrientes como la proteína, además de la fibra procedente de hortalizas y verduras. Unos grupos de alimentos que normalmente ya escasean durante el desayuno y la merienda, por lo que dejarlos solo para una comida al día no es suficiente", señala Concepción Martínez, nutricionista-dietista.

La exclusión de otros grupos de alimentos importantes en una cena basada únicamente en fruta puede llevar a deficiencias nutricionales a largo plazo. Es cierto que las frutas son valiosas por su contenido de vitaminas y minerales, pero no proporcionan una gama completa de nutrientes esenciales. Por ejemplo, pueden faltar vitaminas liposolubles como la vitamina D y la vitamina K, así como minerales como el calcio y el hierro.

La experta también destaca que esta práctica suele darse sobre todo en personas que buscan tener un déficit calórico para perder peso. Sin embargo, al ser una cena demasiada escasa, es muy problema que provoque un efecto rebote al despertar, haciendo que el desayuno del día siguiente sea demasiado copioso y calórico.

Más que una razón, hay unas cuantas razones por las que cenar sólo fruta es una práctica que no recomiendan los nutricionistas. En primer lugar, aunque este grupo de alimentos es una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra; no proporciona todos los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita en una cena equilibrada. 

La fruta generalmente carece de proteínas y grasas saludables, que son componentes clave para una dieta completa. La falta de estos nutrientes puede afectar la saciedad, el control del apetito y también la estabilidad de los niveles de azúcar en la sangre. 

Consecuencias negativas

Este grupo de alimentos también contiene azúcares naturales, como la fructosa. Si se consumen en exceso, y sin otros nutrientes que ralenticen su absorción, puede provocar un aumento rápido de los niveles de azúcar en la sangre. Esto puede tener consecuencias negativas para las personas con diabetes o resistencia a la insulina, ya que puede dificultar el control de los niveles de glucosa en la sangre.

Esta práctica también puede tener un impacto en el metabolismo debido a la falta de proteínas y grasas saludables. Estos nutrientes son esenciales para la construcción y reparación de tejidos, así como para la función hormonal adecuada. Una ingesta insuficiente de proteínas puede afectar negativamente la recuperación muscular y el mantenimiento de la masa magra.

Otro de los contras que tiene cenar solo fruta es que algunas personas pueden experimentar problemas digestivos, como hinchazón y malestar estomacal, si consumen grandes cantidades de fruta en una cena. Esto se debe a la alta cantidad de fibra y azúcares naturales presentes en estos alimentos, que pueden ser difíciles de digerir en grandes cantidades, especialmente para aquellos con un sistema digestivo sensible o condiciones como el síndrome del intestino irritable.

Esta práctica también puede ser insuficiente en proteínas para promover la síntesis muscular y mantener la masa muscular magra. Este nutriente es fundamental para la reparación y construcción de tejidos, incluyendo los músculos. Si no se consume la cantidad adecuada en la cena, especialmente después de un día de actividad física, se puede comprometer la recuperación muscular y aumentar el riesgo de pérdida de masa muscular.

Incluso puede tener un impacto directo sobre el estado anímico y la energía, ya que la falta de una fuente adecuada de proteínas y grasas saludables en la última comida del día son esenciales para la producción de neurotransmisores y la regulación de los niveles de azúcar en la sangre, que son factores clave para mantener un estado de ánimo estable y unos niveles de energía equilibrados.