El desayuno sigue siendo motivo de polémica y discrepancia hoy en día, más si cabe con la actual "moda" del conocido ayuno intermitente. Si bien es cierto que ninguna dieta o patrón alimentario ha demostrado ser el mejor para reducir peso en general, algunos cambios en ciertas comidas sí podrían tener cierto potencial.
Ese sería el caso del desayuno, según un reciente estudio llevado a cabo por los investigadores de UBC Okanagan y publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition: un desayuno bajo en carbohidratos y con mayor contenido graso y proteico ayudaría a controlar mejor el azúcar en pacientes con diabetes tipo 2.
El trabajo, llevado a cabo por un grupo internacional de investigadores, y dirigido por Barbara Oliveira, del Laboratorio de Ejercicio, Metabolismo e Inflamación del Dr. Jonathan Little en la Facultad de Salud y Desarrollo Social de la UBCO, sugeriría que pasar de un desayuno tradicional occidental bajo en grasas, como la avena, tostadas y frutas, a una comida baja en hidratos pero con mayor contenido graso y proteíco, como los huevos con bacon o queso, puede beneficiar a los pacientes con diabetes tipo 2 y ayudarles a controlar mejor sus niveles de azúcar en sangre la mayor parte del día.
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"No estamos hablando de una revisión completa de la dieta. Una de las muchas complicaciones para las personas con diabetes tipo 2 son los aumentos rápidos o intensos en los niveles de glucosa sanguínea tras una comida. Nuestra investigación indica que una comida baja en carbohidratos, a primera hora de la mañana, parece ayudar a controlar el azúcar en sangre durante todo el día" según explica Oliveira.
Recordemos que mantener los niveles de glucemia o azúcar sanguíneo a raya es fundamental para reducir los complicaciones de la diabetes tipo 2, tanto a nivel inflamatorio como a nivel cardiovascular, siendo esta última la primera causa de complicaciones en estos pacientes.
Las dietas bajas en carbohidratos también se han puesto de moda durante los últimos años, y han sido reconocidas como una buena estrategia dietética para controlar la glucemia, según explica también Oliveira.
Sin embargo, son patrones dietéticos difíciles de seguir a largo plazo, algo que también sucede con otras dietas. Por dicho motivo, en lugar de pedir a los pacientes que todas sus comidas sean bajas en carbohidratos, los investigadores han analizado la idea de hacer solo la primera comida del día baja en carbohidratos y ver qué efectos puede tener en la adherencia dietética y en los niveles de azúcar en sangre.
Así pues, para el estudio, se analizó a 121 participantes divididos en 2 grupos durante 12 semanas. A uno de los grupos se le aconsejó que comiera una selección de desayunos bajos en carbohidratos, con 8 g de carbohidratos, 25 g de proteínas y 37 g de grasas. Al segundo grupo se le aconsejó consumir una selección de opciones bajas en grasas y altas en carbohidratos, con 56 g de carbohidratos, 20 g de proteína y 15 g de grasa. Todas las opciones de desayuno aportaban 450 kcal aproximadamente.
A todos los participantes se les proporcionó un dispositivo de monitorización continua de glucosa que se usó durante todo el estudio. Además, también se realizaron análisis de HbA1c antes y tras las 12 semanas del estudio, con el objetivo de medir sus niveles promedio de azúcar. Así mismo, se midió su peso y circunferencia abdominal al inicio y final del estudio, además de tener en cuenta sus sensaciones de saciedad, energía y niveles de actividad.
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Según los hallazgos del estudio, no hubo diferencias significativas entre grupos en cuanto a peso, circunferencia abdominal o índice de masa corporal se refiere. Sin embargo, el grupo con un desayuno bajo en carbohidratos sí obtuvo una reducción en sus niveles de glucemia, y algunos pudieron reducir sus niveles de Hba1c, llegando incluso a tomar menos medicación.
Además, las oscilaciones hacia arriba y hacia abajo en los niveles de glucosa, conocidas como variabilidad glucémica, también fueron significativamente más bajas en el grupo con desayuno bajo en carbohidratos, lo que sugeriría que este tipo de desayuno puede ayudar a estabilidad los niveles de azúcar en sangre a lo largo del día. Y este mismo grupo también reportó una menor ingesta calórica total a lo largo del día, algo que sugeriría que un desayuno rico en grasas y proteína puede resultar más saciante.
Los investigadores concluyen que tomar menos carbohidratos en general es algo beneficioso en los pacientes con diabetes tipo 2, pero modificar solo una comida parece ser suficiente para aumentar la adherencia a la dieta, a la vez que se obtienen beneficios significativos. Aunque, como siempre, será necesario continuar investigando.