Taurina, el aminoácido presente en carnes y mariscos que es el nuevo "elixir" de la longevidad
Un compuesto que produce naturalmente nuestro cuerpo y potencian la alimentación y el ejercicio se relaciona con una mayor longevidad.
8 junio, 2023 20:42La taurina, un aminoácido presente de forma natural en algunas carnes, pescados y mariscos, sería la molécula clave para desencadenar el envejecimiento y, en una adecuada cantidad, revertirlo. Esto es lo que afirman investigadores de la Universidad de Columbia (EEUU), que ha comprobado que la suplementación con este compuesto ha conseguido retrasar el envejecimiento y prolongar hasta un 12% la vida de gusanos, ratones y monos en el laboratorio.
"Este estudio sugiere que la taurina podría ser el elixir de la vida que nos permitiría vivir vidas más largas y con mejor salud", afirma el profesor Vijay Yadav, del departamento de Genética y Desarrollo del Colegio Vagelos de Médicos y Cirujanos, adscrito a la universidad, y líder del trabajo que publica la revista Science. Las últimas dos décadas han demostrado que el envejecimiento no es un proceso inamovible, explica. Mantener el reloj epigenético -interno- más joven que el cronológico ayuda a evitar enfermedades crónicas y el deterioro ligado a la edad.
"El estudio es globalmente muy interesante y descriptivo", valora Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en declaraciones a Sciencia Media Centre. "La taurina regula el equilibrio de agua y minerales en las células, apoya al sistema cardiovascular y participa en la formación de la bilis, lo cual ayuda en la digestión de las grasas. Además, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y se ha estudiado en la salud ocular, la función cerebral y el rendimiento deportivo".
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Yadav, por su parte, se fijó por primera vez en la taurina al estudiar la osteoporosis, ya que está implicada en la formación del hueso, una importancia que corroboraron al comprobar la cantidad de procesos fisiológicos en los que se ve involucrada la molécula. "Nos dimos cuenta de que la taurina podría estar regulando todos los procesos que declinan con la edad. Y, por lo tanto, sus niveles en sangre podrían afectar tanto a la salud como a la esperanza de vida en general", manifiesta.
Así, los investigadores comprobaron los niveles de taurina en muestras de sangre de ratones, monos y seres humanos, y concluyeron que la concentración de la molécula se reduce de forma notable al envejecer. En una persona de 60 años, por ejemplo, la taurina presente sería una tercera parte de la que posee un niño de cinco años.
A continuación, tomaron unos 250 ratones de ambos sexos y una edad de 14 meses, equivalente a 45 años en términos humanos. Se separaron en dos grupos, uno de control y otro que recibió una suplementación de taurina diaria. En este último grupo, las hembras vivieron un 12% más y los machos, un 10%. Ganaron una media de cuatro meses de vida, equivalentes a siete u ocho años de una vida humana.
Coordinándose con equipos que investigan la senescencia en todo el mundo, comprobaron también que el aporte extra de taurina durante un año permitía que los ratones de dos años -equivalentes a una persona de 60- tuvieran mejores marcadores de salud en todos los aspectos que los animales del grupo de control.
En concreto, se comprobó una supresión del peso ganado con la edad en ratones hembra en edad "menopáusica", un aumento del gasto energético, un aumento de la masa ósea, mayor fuerza y rendimiento muscular, y una menor incidencia de comportamientos depresivos y ansiosos. Los roedores tratados con la taurina mostraban menor resistencia a la insulina, lo que les protegía de la diabetes, y su sistema inmunológico era similar al de ejemplares más jóvenes.
Los resultados se repitieron en el caso de macacos rhesus alimentados de esta manera. A nivel celular, la taurina contribuyó a una menor presencia de células senescentes o 'células zombi' -muertas pero activas, segregando compuestos perjudiciales-, un mejor rendimiento mitocondrial -la energía de las células-, menor daño en el ADN, mejor sensibilidad celular a los nutrientes, y un aumento de las células madre disponibles para la cicatrización y regeneración.
"Este estudio es aún más interesante porque asocia un componente de la dieta con el período de vida saludable", añade Djouder. "La taurina es un aminoácido que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano, pero su disminución durante el envejecimiento podría ser compensada mediante una dieta rica en alimentos que contengan taurina. Se encuentra en concentraciones altas en la carne y los mariscos, pero es muy baja o casi inexistente en una dieta completamente vegana".
Taurina en el ser humano
Para extrapolar sus resultados a seres humanos, el equipo de Yadav recopiló datos de 12.000 personas de más de sesenta años. Compararon hasta 50 parámetros de salud con los niveles de taurina de cada participante, y determinaron que los que tenían una mayor concentración estaban más sanos, y se daban pocos casos de diabetes de tipo 2, obesidad e inflamación. "Los resultados son consistentes con la posibilidad de que el déficit de taurina contribuya al envejecimiento", afirman.
A continuación, valoraron los efectos de una intervención que aumenta de forma natural los niveles de taurina, el ejercicio físico. Midieron la concentración en sangre en dos grupos de participantes masculinos, uno de atletas habituales y otro de personas sedentarias. Después, les sometieron a ejercicios de alta intensidad. Todos ellos, independientemente de sus hábitos, aumentaron la tauritina al término.
"Restaurar en edades avanzadas los niveles propios de la juventud puede ser una estrategia antiedad prometedora", concluye Yadav. "La produce naturalmente nuestro cuerpo, la suplementa la dieta, no es tóxica y se puede potenciar con el ejercicio".