Los siete alimentos que debes evitar a toda costa para mejorar tu olor corporal

El mal olor corporal puede ser resultado de un desequilibrio en el cuerpo causado por varios factores, como bacterias, sudor excesivo o alimentos que alteran el pH y la acidez del cuerpo. Los compuestos que se transportan a través de la sangre también se pueden liberar a través de las glándulas sudoríparas y esto puede hacer que las axilas y la piel huelan mal. Por ejemplo, es normal que el estrés haga que se liberen compuestos malolientes a través de su sudor, explica Madeleine S. Deming, experta en medicina interna del NIH Clinical Center en este documento.

"Se puede considerar una prueba para evitar ciertos alimentos, el que provoquen mal olor corporal. También en casos raros este olor puede ser debido a una condición médica subyacente, por lo que el tratamiento de esa condición también puede ayudar a controlar el olor", añade Deming. 

Por ejemplo, uno de los alimentos que puede generar mal olor corporal es el tomate. Según el científico británico Charles Stewart, existe una relación entre el mal olor corporal, específicamente en las axilas, y los tomates. El aceite de los tallos de estas frutas tiene un aroma similar al sudor, y los carotenoides y terpenos presentes en este alimento afectan el olor del sudor. Por lo que consumir una gran cantidad de tomates y otros productos que contienen terpenos puede aumentar el olor durante la transpiración.

[Este es el 'superalimento' barato y saludable para sobrevivir al calor: indispensable en tu dieta]

Los productos lácteos también pueden contribuir al mal olor corporal. Muchas personas son intolerantes a la lactosa debido a la falta de la enzima lactasa, aunque también a otras personas les producen gases, hinchazón abdominal y flatulencias, según señala Concepción Martínez, dietista-nutricionista. "La razón es que la leucina, isoleucina y valina presentes en los lácteos pueden causar que los fluidos corporales adquieran un olor a sirope de arce", destaca Martínez.

Qué alimentos debes eliminar

Algunos tipos de pescado, como la trucha o el atún, contienen colina, una vitamina B4 que agrega un toque de olor a pescado al olor natural humano. También cuando los pescados y las carnes se descomponen producen trimetilamina, un compuesto orgánico gaseoso con un olor desagradable. De hecho, algunas personas pueden desarrollar el 'síndrome de olor a pescado' (trimetilaminuria) cuando su cuerpo produce un exceso de trimetilamina, que se libera a través de la sudoración, la orina o el aliento.

También diferentes tipos de col, como el brócoli, la coliflor y el repollo, contienen una gran cantidad de azufre. El problema es que el azufre se disocia en sustancias que provocan un olor desagradable al sudar y también puede causar flatulencias y halitosis. Por lo que regular la cantidad de col en la dieta puede ayudar a evitar este problema.

El muesli, que contiene cereales de grano, salvado, frutos secos y avena, también puede estimular la formación de gases, si se consume en exceso, debido a su alto contenido de fibra. Según Martínez, beber líquidos puede reducir el efecto negativo de la ingesta excesiva de fibra en el tránsito gastrointestinal.

[Estos son los dos mueslis más saludables y que menos engordan del 'súper' según la OCU]

El ajo, la cebolla y el chile son alimentos que acumulan sustancias que se eliminan a través del sudor y los pulmones, lo que aumenta el aroma en el cuerpo y en la boca, por lo que también entrarían dentro de esta categoría de alimentos que modifican el olor corporal para mal. Los espárragos, al contener saponina y cumarina, también pueden cambiar el olor del sudor y la orina debido a la producción de gas metanotiol durante la digestión.

Por qué evitar la carne

En cuanto a la carne roja, su consumo excesivo también puede tener un impacto negativo no solo en la salud, sino en el olor corporal, ya que se digiere lentamente y produce subproductos metabólicos que se eliminan a través del sudor y la respiración. Subproductos que pueden generar olores desagradables en el cuerpo.

Además, si esta carne es especialmente alta en grasas saturadas, puede aumentar la actividad de las glándulas sudoríparas y afectar la composición del sudor. Otros compuestos presentes en la carne como la trimetilamina, que se produce durante la digestión de la carne, puede contribuir a un olor corporal desagradable. La razón es que algunas personas tienen dificultades para metabolizarla, lo que puede llevar a un aumento de su presencia en el sudor, la orina y la respiración, generando un olor característico a pescado.

No obstante, es importante tener en cuenta que el impacto del consumo de este tipo de alimento en el olor corporal puede variar de una persona a otra. Algunas personas pueden experimentar un olor más fuerte y persistente debido a su metabolismo individual, mientras que otras pueden no notar ningún cambio significativo.

Para minimizar este impacto se recomienda mantener una dieta equilibrada y variada, que incluya una cantidad moderada de varios de los alimentos mencionados en esta lista. También es importante mantener una buena higiene personal, como bañarse regularmente, usar desodorante y ropa limpia, para controlar cualquier olor corporal no deseado.