En España nos gusta presumir de gastronomía: nuestra comida está reconocida como una de las mejores en todo el mundo y, además, es saludable. Tenemos la suerte de vivir en uno de los países que tienen la esperanza de vida más alta del mundo y se suele relacionar con nuestra dieta mediterránea y nuestro estilo de vida tan particular. De hecho, hay científicos que ya han pronosticado que en los próximos años llegaremos a lo más alto de esta lista de países, superando, incluso, a Japón. 

Los japoneses llevan años liderando este ranking y se han ganado la fama de ser personas muy disciplinadas, que comen saludable y en la justa medida. Aunque, por supuesto, cada persona es un mundo y japoneses los hay de todos los tipos, este país es la cuna de algunos de hábitos relacionados con la comida más saludables. El Hara Hachi Bu es, por ejemplo, una técnica japonesa que consiste en comer hasta estar un 80% lleno. Pensar en alcanzar este porcentaje de saciedad puede alejarnos del sobrepeso y la obesidad.

De todas formas, no sólo son estas técnicas las que hacen que la dieta de Japón sea tan saludable, sino también los alimentos que se toman en sí. En este sentido, aunque a los japoneses y a los españoles nos separan muchos kilómetros, contamos con muchas similitudes entre nosotros: tanto España como Japón son grandes consumidores de pescado y las legumbres tienen un papel muy importante en sus platos tradicionales, entre otros aspectos. En cualquier caso, los japoneses preparan un montón de alimentos que a nosotros nos resultan desconocidos y que pueden tener que ver con la longevidad.

El té sencha

Como suele pasar en muchos países orientales, el té es toda una institución en Japón. Se trata de una bebida con miles de años de historia y que está repleta de sustancias con poder antioxidante y antiinflamatorio, lo que ayuda a evitar enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares y el cáncer. En concreto, el té más comúnmente utilizado por los japoneses es el té sencha, que no es otra cosa que una variedad de té verde. Se trata de un té que ha sido tratado con vapor durante unos segundos antes de tratarlo. Los tés verdes, además, son una de las pocas infusiones que ha demostrado adelgazar en estudios.

El shiitake

Aunque en España somos más del champiñón de toda la vida, las setas shiitake son uno de los alimentos de la cultura japonesa con los que más familiarizados estamos. Estas setas son también muy consumidas en China, de donde procede una fama legendaria de ser un alimento con muy buenas propiedades para la salud. De hecho, estas setas contienen una sustancia conocida como el lentinano que, según este estudio publicado en Journal of Functional Foods, ha demostrado estimular el sistema nervioso y, además, tener una cierta actividad antitumoral.

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El natto

Desde que la cantante pop Lizzo publicó un vídeo en su perfil de Tik Tok comiendo este plato japonés, su popularidad se ha disparado. El natto es soja, pero que se ha fermentado tras exponerse a la bacteria Bacillus subtilis y como resultado quedan unas pequeñas habas de soja cubiertas por una baba viscosa y que forma hilos. Los expertos destacan de este alimento su alta cantidad de vitaminas, como la K2, la riboflavina y minerales como el calcio, el fósforo y la natoquinasa "una enzima que actúa como anticoagulante y que se está investigando como un potencial protector frente a la degeneración celular que produce el alzheimer", explica este artículo de EL ESPAÑOL.

El alga kombu

Los restaurantes japoneses son, sin duda, uno de los favoritos de los españoles. Ahora bien, cuando aterrizaron en España algunos de sus platos debieron de sonar muy chocantes y, entre ellos, las algas. Aunque estas plantas acuáticas pueden encontrarse fácilmente en las playas de nuestro país, no eran un plato frecuente en nuestro país. De entre las algas que se comen en Japón, destaca la kombu. Este tipo de alga se ha relacionado en muchas ocasiones con el fortalecimiento de los huesos, sus propiedades antiinflamatorias o su capacidad para ayudar a reducir el peso corporal.

La komatsuna

Este alimento vegetal también recibe el nombre de la espinaca japonesa, pero tiene truco: ni sabe como la espinaca de aquí, ni pertenece a la misma familia botánica. De hecho, la komatsuna está realmente emparentada con la col y el nabo. Es una verdura muy rica en fibra, en vitaminas y en minerales, entre los que destacan la vitamina C, el calcio y el potasio. Entre las propiedades que se asocian a esta planta está la prevención del estreñimiento, la mejora de la salud de los huesos y los dientes, de la circulación de la sangre y también de los músculos y el sistema nervioso.