Cuando se suele iniciar el tránsito a una dieta más equilibrada y saludable, uno de los primeros consejos generalistas que se dan es "dar color a los platos" o "consumir alimentos de colores". Esto se refiere a las frutas y verduras, cuyo vibrante color puede depender de múltiples moléculas, siendo los carotenos los más conocidos.
Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por el grupo de Investigación Translacional en Diabetes, Lípidos y Obesidad del IDIBAPS y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) sugiere que los carotenos no solo son saludables, sino que se relacionarían con un menor nivel de grasa arterial. Dicho de otro modo, según el artículo publicado en la revista Clinical Nutrition, a mayor nivel de carotenos sanguíneos, menor riesgo de aterosclerosis.
El trabajo, dirigido por Gemma Chiva Blanch del grupo IDIBAPS, del centro de investigación CIBEROBN y profesora asociada en la Facultad de Ciencias de la salud de la UOC, se centró específicamente en los carotenos. La línea de investigación estaba clara: se han hecho diversos estudios hasta la fecha, pero con resultados no concluyentes. Los carotenos han llegado incluso a resultar perjudiciales cuando se han administrado como suplemento y no a través de los alimentos que lo contienen de forma natural.
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Recordemos que la aterosclerosis es la acumulación de grasa a nivel arterial, en las paredes internas de los vasos sanguíneos. Se sabe que el colesterol LDL o "colesterol malo" colabora en la formación de estas placas grasas, aunque no sería el único componente. Esto provoca un estrechamiento interno del vaso sanguíneo, dificultando la circulación sanguínea.
Además, si la placa grasa se rompe, puede formar coágulos que obstruirán un vaso sanguíneo de menos calibre a distancia. Esto es lo que desencadena los conocidos infartos de corazón y a los accidentes cerebrovasculares.
También se sabe que la dieta, junto a otros factores de estilo de vida, es un pilar básico en la protección frente a las enfermedades cardiovasculares. Los carotenos en especial son compuestos bioactivos presentes en frutas y verduras de color amarillo, naranja y verde. Es decir, zanahorias, espinacas, lechuga, tomates, batatas, brócoli, melón, pimientos, mangos, papayas, albaricoques, nísperos y calabazas. Y serían compuestos capaces de controlar la aterosclerosis.
Dados los resultados no concluyentes en estudios previos, Chiva Blanch y sus colegas analizaron a 200 personas de entre 50 y 70 años que formaban parte de la cohorte DIABIMCAP, reclutadas por el grupo de Investigación Transversal en Atención Primaria del IDIBAPS que lidera Antoni Sisó Almirall. En todos los casos se analizó la concentración de carotenos en sangre y, mediante el uso de ultrasonidos, la presencia de placas ateroscleróticas en la arteria carótida.
Según sus hallazgos, a mayor concentración de carotenos en sangre, menor carga aterosclerótica, especialmente en mujeres. Según los datos del estudio, los voluntarios con aterosclerosis tenían niveles más bajos de colesterol HDL o "colesterol bueno" en comparación a los voluntarios sin aterosclerosis. Mostraban concentraciones de caroteno total significativamente más bajas, y las concentraciones de caroteno disminuían a medida que aumentaba el número de placas grasas.
Como limitaciones del estudio, cabe destacar que no se trata de un ensayo clínico sino de un estudio transversal observacional y muy acotado. Aún así, como conclusión, los investigadores indican que "podemos afirmar que una dieta rica en frutas y verduras, y por tanto en carotenos, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares".