El aspartamo, uno de los edulcorantes artificiales no calóricos más utilizados por la industria alimentaria en todo el mundo, será previsiblemente declarado como 'posible carcinógeno' por el comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo ya advirtió el pasado mayo que estos sustitutivos del azúcar no eran inocuos, ya que comportaban riesgos de efectos adversos sin contribuir efectivamente a la pérdida de peso.
Este edulcorante se emplea en refrescos y bebidas 'cero', lácteos sin azúcar o barritas y dulces bajos en calorías. Según la información adelantada por la agencia Reuters, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC por sus siglas en inglés), dependiente de la OMS y Naciones Unidas, emitió su dictamen tras una serie de reuniones con su comité de expertos externos. A continuación, se emitirá sus recomendaciones en función de la evidencia científica disponible.
Como sucedió con la carne roja y procesada en 2015, cuando se establecieron pautas de consumo máximo con vistas a reducir la incidencia del cáncer colorrectal, el organismo a cargo de la recomendación de ingesta será el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA). Además, se espera que las respectivas agencias nacionales de Seguridad Alimentaria y Consumo emitan sus propios criterios.
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Los dictámenes del IARC y el JEFCA se harían públicos el mismo día, el próximo 14 de julio. Según fuentes citadas por la agencia, ambos organismos han trabajado de forma "coordinada" y "complementaria" para emitir un mensaje claro para el consumidor. Se tratará, aseguran, de establecer el "riesgo carcinogénico" en función de "ciertas condiciones" y bajo "cierto nivel de exposición".
La actual reglamentación data de 1981, cuando el JEFCA estableció que un adulto de 60 kilos de peso debería beber el equivalente a entre 12 y 36 latas de refresco 'light', dependiendo de la concentración en cada bebida, para ser considerado un consumo de riesgo. La mayoría de organismos reguladores en Estados Unidos y la UE han seguido esta valoración.
La Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA), por su parte, ya ha adelantado su oposición a la postura. "El IARC no es un organismo de Seguridad Alimentaria y su revisión del aspartamo no es lo bastante exhaustiva desde el punto de vista científico. Se basa fuertemente en investigaciones ampliamente refutadas", declaraba a la agencia Frances Hunt-Wood, secretaria general de la asociación.
El IARC, por su parte, afirma haber revisado 1.300 investigaciones publicadas hasta el pasado junio. El año pasado, un estudio observacional llevado a cabo en Francia con 10.000 adultos comprobó que aquellos que consumían más aspartamo mostraban un riesgo de cáncer ligeramente mayor. Además, el Instituto Ramazzini demostró con ratones hace 20 años que el consumo de este edulcorante en grandes cantidades se relacionaba con el cáncer.
Sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) cuestionó la metodología del segundo estudio, mientras que el primero, al ser observacional, no ha podido establecer una relación de causa y efecto. Las ambigüedades sobre la validez de los resultados han sido fuente de debate también por la pasada recomendación de limitar el consumo de edulcorantes 'cero' en general. La industria alimentaria y del refresco insiste en que se debe tener en cuenta el efecto saludable de la eliminación del azúcar añadido, un riesgo objetivamente mayor.