En una escena inolvidable de la película Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar, 1988), el inspector de policía pregunta a Pepa, interpretada por Carmen Maura, qué contiene su gazpacho. Con calma, la actriz responde: "Tomate, pepino, pimiento, cebolla, una puntita de ajo... aceite, sal, vinagre, pan duro... y agua. El secreto está en mezclarlo bien". Después de probarlo, los demás personajes de la escena caen desmayados, dejando claro el poder de esta receta veraniega española.
El gazpacho, un plato tradicional y refrescante, ha conquistado los paladares de millones de personas durante los meses más calurosos del año. Pero, ¿qué lo hace tan saludable? Aunque la receta de Pepa omite un ingrediente sorprendente, el Orfidal, podemos destacar que la mayoría de los componentes del gazpacho forman parte de lo que ahora se conoce como real food o comida real, es decir, alimentos naturales y frescos. Y no, no incluye Orfidal.
Sin embargo, hay un intruso en la lista de ingredientes que los expertos recomiendan evitar: el pan. Aunque es común encontrarlo en muchos gazpachos e incluso en la dieta diaria de los españoles, el pan blanco, especialmente el fresco, no es saludable. Según el Informe del Consumo Alimentario en España 2018, el 75% del pan consumido en el país es perjudicial para la salud.
Sin pan
El pan blanco, al ser refinado, puede contribuir al aumento de peso y está asociado a problemas cardiovasculares. Además, su alto contenido de carbohidratos de absorción rápida lo convierte en un factor de riesgo cardiovascular. Por suerte, existen alternativas más saludables, como el pan integral, que rara vez se incluye en las recetas tradicionales de gazpacho.
Afortunadamente, el gazpacho en sí es un plato saludable, ya que contiene una variedad de ingredientes nutritivos. El tomate, el pepino, el pimiento, la cebolla y el ajo aportan vitaminas, minerales y antioxidantes beneficiosos para el organismo. El aceite de oliva, rico en grasas monoinsaturadas, ayuda a prevenir problemas cardiovasculares y reduce el colesterol malo. Además, el gazpacho es una excelente fuente de hidratación, gracias a su alto contenido de agua.
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Este líquido colorado también posee propiedades antioxidantes, gracias a los carotenoides y polifenoles presentes en sus ingredientes. Estas sustancias protegen el cuerpo del daño celular y pueden prevenir enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Estudios científicos han demostrado que el consumo de ajo y cebolla está asociado a un menor riesgo de cáncer de colon.
Además, el gazpacho es ideal para cumplir con la recomendación de consumir al menos dos raciones de verduras y frutas al día, siendo una de ellas preferiblemente cruda. Al no someterse a un proceso térmico, todos los nutrientes se conservan en su forma original.
Demasiada sal
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas consideraciones. El gazpacho puede carecer de fibra debido al proceso de triturado de sus ingredientes, lo cual afecta su eficacia en el organismo. También contiene sodio. En concreto, en el caso de los gazpachos del super, de cada 100 mililitros tienen 0,8 gramos de sodio, por lo que siempre va a ser mejor hacerlo tú mismo. Tampoco es aconsejable para las personas que padezcan reflujo gastroesofágico, ya que el tomate es un alimento muy ácido.
Aunque para el caso de las personas que puedan padecer acidez estomacal, lo mejor sería sustituir el pepino del gazpacho por manzana, según indica Sáez. También se puede controlar la cantidad de pan añadido para asegurarse de que el plato sea bajo en calorías, tal y como indica Arancha Sáez, dietista-nutricionista. Por lo que el gazpacho perfecto sería siempre sin pan, casero y con poca sal.