Hasta no hace mucho, se solía decir que una copa de vino al día era saludable, obviando que cualquier ingesta de alcohol es perjudicial para nuestro organismo. Sin embargo, las posibilidades que ha abierto la elaboración de variedades vinícolas exentas de graduación está siendo abordada por la ciencia y un grupo de científicos estadounidenses plantean que el vino Moscatel sin alcohol podría ser beneficioso para mantener la piel de las mujeres más joven, aportando elasticidad y mejorando la retención de agua.

Se trata de la primera vez que la ciencia estudia el impacto del consumo de vino sin alcohol en la salud de la piel, un ensayo clínico aleatorizado que ha servido para atribuir efectos beneficios a los compuestos químicos polifenoles que se encuentran naturalmente en muchas plantas, como es el caso de la vid. "Se ha descubierto que las uvas Moscatel tienen un perfil polifenólico único en comparación con otras variedades", ha apreciado una de las autoras, Lindsey Christman, quien realizó el trabajo junto al profesor de química alimentaria y alimentos funcionales de la Universidad de Florida, Liwei Gu.

"Nuestro estudio sugiere que los polifenoles de este vino tienen potencial para mejorar las condiciones de la piel, específicamente la elasticidad y la pérdida de agua transepidérmica en mujeres de mediana edad y mayores", ha precisado la segunda. Ambas han presentado sus hallazgos este lunes 24 de julio en NUTRITION 2023, la principal reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición que se celebró estos días en Boston, durante la sesión de posters sobre envejecimiento y enfermedades crónicas.

Menos inflamación y oxidación

En todo caso, se trata de conclusiones preliminares, puesto que todavía no se han sometido al proceso de revisión requerido para su publicación en una revista científica. En todo caso, un comité de expertos ha verificado su presentación en este principal evento educativo para los profesionales de la nutrición de todo el mundo. Ensayos clínicos anteriores habían sugerido que los polifenoles que se encuentran en las uvas Moscatel, incluidas las antocianinas, la quercetina y el ácido elágico, pueden ayudar a disminuir la inflamación y el estrés oxidativo.

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Para su estudio, los investigadores reclutaron a 17 mujeres de entre 40 y 67 años, asignándoles al azar el consumo de vino sin alcohol o de una bebida placebo con color y sabor parecido, pero sin polifenoles sin que ellas supiesen cuál de las dos estaban consumiendo. Así, tuvieron que beber diariamente 300 mililitros (unas dos copas) al día durante seis semanas y después descansaron otras tres antes de cambiar a la bebida opuesta durante otras seis semanas. 

Más elasticidad en la piel

Los investigadores midieron las condiciones de la piel de las mujeres y sus marcadores de inflamación y estrés oxidativo al comienzo del estudio y al final de cada período de seis semanas, descubriendo que beber vino Moscatel mejoraba significativamente la elasticidad de la piel, uno de los principales signos de envejecimiento. Asimismo, se asoció con una disminución de la pérdida de agua en la superficie de la piel, que indica que ésta puede proporcionar una barrera más eficaz contra los daños asociados a la edad.

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No obstante, el estudio no ha observado ninguna diferencia significativa en la cantidad de arrugas en la piel, pero sí se encontraron con la tez más suave y una menor inflamación y estrés oxidativo en comparación con el punto de partida aunque no hubo una gran diferencia entre el vino desalcoholizado y el placebo. "En seis semanas de consumo de vino Moscatel se mejoraron ciertos parámetros asociados con el envejecimiento, como la elasticidad en el antebrazo y la función de barrera dérmica en la cara, algo que probablemente se deba a la disminución de la inflamación y el estrés", ha explicado Christman.

Una uva histórica

Al incluir únicamente a 17 participantes, una repetición del estudio con un grupo de personas más grande y diverso ayudaría a confirmar y fortalecer los hallazgos. "Utilizamos vino Moscatel desalcoholizado porque estábamos interesados en el efecto de los compuestos bioactivos del vino, especialmente los polifenoles, en la salud de la piel y el alcohol agregaría otra variable al estudio que puede causar que los efectos sean diferentes", explican, matizando además que el proceso de eliminación del alcohol del Moscatel "puede alterar su composición química".

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La familia de las uvas Moscatel incluye unas doscientas variedades de la vitis vinifera, usada tanto en la elaboración de vino como también en alimentación como pasas y uvas de mesa. Con colores que van del blanco al negro, pasando por el amarillo y el rosa, siempre tienen un olor floral y un sabor dulce. Podría tratarse de la variedad de uva cultivada más antigua y actualmente continúa siendo fundamental en la producción vinícola de países como Francia, España, Australia, Estados Unidos o Sudáfrica.

Existen teorías que remontan su origen al antiguo Egipto y en los comienzos de la antigua Persia, entre el 3000 y el 1000 a. C., aunque otras creen que la familia Moscatel se empezó a extender con los griegos y los romanos. En todo caso, existen también numerosas teorías sobre su denominación en persa, griego y latín, pero no descartan que haya llegado a nuestros días a través de la palabra mosca, tanto italiana como española, en referencia al insecto que podría verse atraído hacia el aroma y el azúcar de la uva.

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