Un plato de lentejas con chorizo dispuesto a ser devorado.

Un plato de lentejas con chorizo dispuesto a ser devorado.

Nutrición

Este alimento tiene ocho veces más hierro que las lentejas y apenas lo tomamos en España

Los distintos productos que se extraen del cerdo suelen ser una excelente fuente de proteínas y hierro. 

6 septiembre, 2023 13:59

Comienzo este artículo con un recuerdo de infancia: mi madre en un mercado de abastos de pueblo comprando sangre de cerdo, mientras yo la miraba entre confuso, al ver que esa sangre era sólida, y horrorizado por el hecho de que pudiera cocinar con semejante ingrediente, una sensación de extrañeza o rechazo en la que pueden verse reflejadas muchas personas.

A pesar de ello, la sangre de diferentes animales, entre ellas, la de cerdo, es valorada como un tesoro gastronómico en diversos países alrededor del mundo debido a sus beneficios nutricionales, como es el caso de Hungría, Chile, China, México y España, entre otros. Una práctica común es que la sangre acompañe a alguna pieza de carne, pero también se aprovecha como espesante en salsas o para realzar el sabor de diferentes sopas. 

En España, la utilización de la sangre de cerdo en la cocina viene de lejos. No en vano dice nuestro refranero que "del cerdo, hasta los andares", en referencia a que de este animal se puede aprovechar casi todo. Y lo cierto es que la lista de recetas y elaboraciones que incluyen esta sangre es bastante extensa, desde las conocidísimas morcillas, donde se combina con diversos ingredientes, hasta la sangre frita y encebollada.

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Tal como se refleja en la guía de alimentos elaborada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 100 g de este alimento, posee un valor calórico de 81 calorías. Además, la sangre de cerdo destaca por ser una fuente rica en proteínas, proporcionando 18,50 g por porción y no contener prácticamente hidratos de carbono.

Además, también es bajo en grasas, con solo 1 g, acompañado de 40 mg de colesterol. En cuanto a su contenido de minerales, aporta 207 mg de sodio, 6,30 mg de calcio y una impresionante cantidad de hierro, con 42 mg, unas ocho veces más que las lentejas. En cuanto a las vitaminas, encontramos 30 ug de vitamina A y 0,60 mg de vitamina B3. Con estos valores nutricionales, no es extraño suponer que el consumo de sangre de cerdo puede generar importantes beneficios para nuestra salud.

Aumenta los niveles proteicos

Ser rico en proteínas es una de sus características, de forma que es una excelente ayuda para aumentar los niveles proteicos en el organismo, especialmente recomendable para personas acostumbradas al ejercicio físico. Pero no solo eso, como es bien sabido, la proteína es fundamental para favorecer el crecimiento y el desarrollo, la reparación de tejidos, la producción de hormonas y enzimas y el desarrollo muscular, entre otros.

Como hemos señalado, otra de sus características es que se trata una importante fuente de hierro, un mineral esencial para nuestro organismo, en la forma de "hierro hemo", que es altamente absorbible por nuestro cuerpo. Esta alta disponibilidad del hierro hemo permite que nuestro organismo lo absorba fácilmente y lo utilice eficientemente para diversas funciones vitales.

Esto es especialmente importante en el proceso que se conoce como hematopoyesis, mediante el que se producen los glóbulos rojos en la médula ósea, responsables de transportar oxígeno a todas las células de nuestro cuerpo. Por eso, cuando no consumimos suficiente hierro puede aparecer la anemia por deficiencia de hierro. Para evitarlo, la sangre de cerdo puede ser de gran ayuda.

Además de sus propiedades para reponer la sangre, la sangre de cerdo contiene minerales traza esenciales como zinc y cobre, que contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico y combatir los efectos del envejecimiento. Es especialmente beneficioso para personas que sufren algún tipo de desnutrición y pacientes en recuperación de enfermedades renales o cardiovasculares. También juegan un papel importante en la lucha contra el envejecimiento, retrasando sus efectos.

A pesar de su valor nutricional, la sangre de cerdo puede no ser adecuada para todos. Existen ciertas contraindicaciones para ciertos grupos de personas, como aquellas personas con colesterol alto y presión arterial alta, ya que un consumo excesivo puede empeorar su situación. 

También deben evitar su consumo, o al menos el abuso, las personas que sufran cirrosis hepática, ya que, como consecuencia de su alto contenido en proteínas, puede generar una sobrecarga para este órgano.