El 'súper guiso' español antioxidante y sin calorías que recomienda Harvard pero muchos desconocen

La gastronomía española es conocida por su diversidad y sabor excepcionales. Entre sus muchos tesoros culinarios se encuentra la alboronía, un plato tradicional que deleita el paladar mientras ofrece una serie de beneficios para la salud. Su origen se remonta a Al-Ándalus, época en la que los árabes influyeron significativamente en la cultura culinaria de la región, introduciendo ingredientes y técnicas de cocina que han perdurado a lo largo de los siglos.

De hecho, algunos expertos creen que proviene de Burán, nombre de la esposa del califa Al-Mamún, que pudo desempeñar un papel importante en la creación y difusión de este sabroso plato. Otros, en cambio, argumentan que la palabra "buraniya" en árabe simplemente significa "guiso". Prueba de la fama que ha tenido es que El Diccionario de Autoridades, publicado en el siglo XVIII, hablaba de ella describiéndola como un guiso de “berenjenas, tomates, calabaza, y pimiento, todo mezclado, y picado, que regularmente sirve para los días en que se prohíbe comer carne”.

También se le nombra en la novela Juanita la Larga, de Juan Valera, publicada en 1895. En ella se señala “como plato ligero o de chanza delicada, una exquisita alboronía, que pudiese celebrar, si resucitase, el mismo famoso cocinero de Bagdad, que la inventó, dándole el nombre de la bella Alborán, sultana favorita del califa Harun Alraschid, héroe de Las mil y una noches, princesa a quien dicho cocinero tuvo la honra de dedicarla”.

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Volviendo a la receta, la versión original de este plato incluía berenjenas, ajo, cebolla, calabaza y frutos secos triturados como almendras, nueces o avellanas. Sin embargo, con la llegada al Nuevo Mundo, España recibió nuevos ingredientes como el tomate y el pimiento -y a partir de este último, el pimentón- que se incorporaron a la receta tradicional. De esta forma, este plato se fue adaptando con el tiempo a los ingredientes y las preferencias locales.

Los ingredientes báscios de la alboronia. Pixnio.

Hoy en día se considera como el antecedente directo de otras recetas tan populares como el pisto manchego, el tumbet balear o la catalana xanfaina. Se trata de platos típicos de la dieta mediterránea a base de aceite de oliva virgen extra y verduras que, como el sofrito, son recomendados por la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard como base de una alimentación cardiosaludable y preventiva tanto de las enfermedades crónicas como del cáncer.

Una bomba de nutrientes

La alboronía es una mezcla de verduras asadas que suele incluir berenjenas, calabacines, pimientos, cebollas y tomates. Esta combinación de ingredientes proporciona una amplia variedad de nutrientes esenciales. Las berenjenas, por ejemplo, son una excelente fuente de fibra, antioxidantes y vitamina K.

Los calabacines aportan vitamina C, potasio y folato. Los pimientos ofrecen una generosa dosis de vitamina A y C, mientras que las cebollas aportan compuestos bioactivos que pueden tener efectos positivos en la salud.

Rica en antioxidantes

La alboronía es una fuente rica de antioxidantes, que son compuestos que ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo. Los antioxidantes son esenciales para mantener la salud celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas y el cáncer.

Los tomates, por ejemplo, contienen licopeno, un poderoso antioxidante que se ha asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Baja en calorías y grasa

Si por algo destaca la alboronía es por ser un plato bajo en calorías y grasa, lo que la convierte en una opción saludable para aquellos que desean controlar su peso o mantener una dieta equilibrada.

Al cocinar las verduras al horno o a la parrilla con un mínimo de aceite de oliva, se conserva su sabor delicioso sin agregar calorías innecesarias.

Favorece la digestión

Gracias a su contenido de fibra, la alboronía puede mejorar la salud digestiva. Este componente no se descompone por las enzimas digestivas del cuerpo, por lo que pasa principalmente intacto a través del sistema digestivo. Sin embargo, la fibra cumple una función crucial al aumentar el volumen de las heces y ablandarlas, lo que facilita su paso a través del tracto intestinal.

Además, la fibra promueve el movimiento regular del intestino, previene el estreñimiento y puede ayudar a mantener un equilibrio adecuado en la flora intestinal, favoreciendo así la salud digestiva en general.