El garrofón, conocido científicamente como Phaseolus lunatus, es una legumbre que destaca por su papel en la cocina mediterránea, particularmente en la región de Valencia. Tanto es así que es uno de los ingredientes imprescindibles para uno de los platos más conocidos de toda España: la paella.
Sin embargo, aunque es en esta tierra donde el garrofón ha cosechado su mayor fama, lo cierto es que su origen se encuentra en un lugar bastante lejano. Es originario de América, específicamente de la región andina de América del Sur, donde también se le conoce como pallar o frijol de manteca. Su cultivo se remonta a tiempos precolombinos, y ha sido un alimento fundamental en la dieta de diversas culturas nativas de la región.
El garrofón es apreciado por su sabor suave y textura mantecosa, y se utiliza en una variedad de platos tradicionales en América Latina. Pero en España, su popularidad se debe a que es un ingrediente fundamental en la famosa paella valenciana, uno de los platos más emblemáticos de la cocina española.
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También se utiliza en otros guisos, como el arroz al horno y el arroz con garrofón y alcachofa. Su sabor suave y textura tierna se complementa bien con arroces, carnes y pescados, lo que lo convierte en una elección apreciada en la cocina regional.
Rica en vitaminas y minerales
Los valores nutricionales específicos de los garrofones pueden variar ligeramente dependiendo de factores como el método de preparación y la fuente de la información nutricional. En general, 100 g de este ingrediente contienen 65 calorías, 12 g de carbohidratos, 4 g de proteína y menos de 1 g de grasas.
Todo ello acompañado de hierro, potasio y varias vitaminas del grupo B, como el ácido fólico. Con estas cifras, el garrofón se reivindica como un ingrediente con interesantes propiedades para nuestro organismo, como, entre otros, los que explicamos a continuación.
Fuente de proteínas
El garrofón es una valiosa fuente de proteína vegetal. Aunque su calidad proteica es ligeramente inferior a la de las fuentes animales debido a la deficiencia de un aminoácido esencial llamado metionina. Sin embargo, el déficit queda compensado por completo al combinarlo en la misma comida con cereales, como ocurre en las diferentes versiones de paellas y arroces en las que se incluye.
Esta combinación resulta en una proteína tan completa como la que se encuentra en alimentos de origen animal, como carnes, pescados y huevos.
Salud digestiva y cardiovascular
La presencia de fibra en el garrofón es fundamental, ya que proporciona una sensación de saciedad, promueve un tránsito intestinal saludable y contribuye a la reducción de los niveles de colesterol en la sangre.
Por otro lado, el ácido fólico, que se encuentra en esta legumbre, desempeña un papel importante en el tratamiento y prevención de la anemia, así como en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y espina bífida durante el embarazo.
Minerales con grandes propiedades
El potasio, otro nutriente esencial presente en el garrofón, desempeña un papel crucial en la transmisión de señales nerviosas y en la función muscular normal. Además, regula el equilibrio de agua dentro y fuera de las células, lo que es esencial para el buen funcionamiento del organismo, sin olvidar que también ayuda a regular la presión arterial y a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo, mejorando la salud renal.
El garrofón contiene 508 mg de potasio por cada 100 g., superando los 358 del plátano. El hierro, otro de los minerales presentes, es fundamental para el transporte de oxígeno en la sangre a través de la hemoglobina, contribuye al metabolismo energético, apoya la función cognitiva, fortalece el sistema inmunológico y es crucial para el desarrollo y el crecimiento adecuados.