El brócoli (brécol), la coliflor, el rábano blanco, la col rizada y los berros forman una familia común, la de las verduras crucíferas. Son consumidas en todo el mundo aunque no gozan de la misma popularidad: hay consumidores que, de hecho, tienen una intolerancia genética al sabor del brécol. En cualquier caso, el consumo de cualquiera de estos vegetales se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiometabólicas, trastornos neurológicos, diabetes y cáncer.
Estas verduras son conocidas por contener componentes bioactivos como el indol y el isotiocianato, dos sustancias con características anticancerígenas. Si bien estos compuestos se han relacionado con un menor riesgo en cánceres como el de endometrio, pulmón, gástrico y colorrectal, la relación con la prevención del cáncer de próstata no ha podido ser demostrada hasta una fecha relativamente reciente.
Ahora, investigadores de la Universidad Metropolitana de Osaka (Japón) han descubierto importantes implicaciones biológicas para el desarrollo de nuevos objetivos farmacológicos para los efectos promotores de la salud ligadas a las verduras crucíferas. La clave está en su fase de brote, en la que multiplican sus factores antioxidantes y antiinflamatorios hasta por veinte.
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Gracias a sus compuestos bioactivos organosulfurados, como glucosinolatos e isotiocianatos que exhiben una amplia actividad antioxidante, los brotes de brócoli son una de las verduras con mejores efectos sobre la salud. Ahora, los investigadores japoneses han revelado un nuevo 'súper poder' único en esta verdura, un tipo de polisulfuro que no se encuentra en el resto de la familia crucífera, según recoge Europa Press.
El descubrimiento parte de una investigación dirigida por el profesor asistente Shingo Kasamatsu y el profesor Hideshi Ihara de la Escuela de Graduados en Ciencias de la Universidad Metropolitana de Osaka. Los investigadores se centraron en la cantidad de polisulfuros en los brotes de brócoli durante el proceso de germinación y crecimiento. Este estudio se ha basado en su trabajo anterior, donde demostraron la abundancia de moléculas de polisulfuro en las verduras crucíferas.
El equipo descubrió que el contenido total de polisulfuro en los brotes de brócoli aumentaba significativamente durante la germinación y el crecimiento, con un aumento de aproximadamente 20 veces en los polisulfuros en el quinto día de germinación. Además, descubrieron varios polisulfuros desconocidos con estructuras moleculares indeterminadas. Estos hallazgos sugieren que la abundancia de polisulfuros en los brotes de brócoli puede contribuir a sus conocidas propiedades promotoras de la salud.
"El descubrimiento del aumento significativo en el contenido de polisulfuro durante el proceso de germinación de las semillas de brócoli fue completamente casual y muy sorprendente. Este hallazgo sugiere que los polisulfuros pueden desempeñar un papel importante en el proceso de germinación y crecimiento de las plantas", señala el doctor Kasamatsu.
Los resultados de esta investigación, que han sido publicado en la revista Redox Biology, muestra que estos polisulfuros desconocidos podría conducir al desarrollo de nuevos enfoques preventivos y terapéuticos mediante su consumo. Además, podría ayudar al desarrollo de medicamentos para enfermedades neurodegenerativas, accidentes cerebrovasculares, cáncer, inflamación y otras enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo.