En el mundo existen cinco lugares que han sido bautizados como zonas azules y que han captado la atención de muchos científicos. Se trata de comunidades humanas en las que más personas llegan a superar los 100 años de vida y, además, suelen hacerlo con buena salud. Estos lugares privilegiados son Okinawa, en Japón; Cerdeña, en Italia; Nicoya, en Costa Rica; Ikaria, en Grecia; y Loma Linda, en California. De todas estas zonas, la primera es la que más atención recibe, al ser Japón, en general, uno de los países más longevos.
Si bien las razones por las que se piensa que esta población vive más y mejor engloban muchos aspectos, es su dieta lo que más suele interesar. Por eso, cada vez se escucha más acerca de la dieta de Okinawa, es decir, el patrón alimentario que han seguido de manera tradicional los habitantes de este lugar. "La dieta tradicional de Okinawa es baja en calorías y alta en carbohidratos. Enfatiza en los productos vegetales y de la soja, junto con la pequeña y ocasional presencia de noodles, arroz, cerdo y pescado", explican en este artículo de Healthline.
Este régimen también hace hincapié en la actividad física diaria y en llevar a cabo prácticas de alimentación consciente. De todas formas, lo que se come en Okinawa a día de hoy es algo diferente. Al igual que en el resto de países del mundo —también en España—, la dieta tradicional ha cambiado por el impacto de los nuevos sistemas de producción de alimentos. Las dietas tradicionales de Okinawa y mediterránea guardan muchas similitudes, aunque los productos sean diferentes: están basadas en alimentos vegetales y limita el alcohol y las proteínas animales.
A continuación, cinco grupos de alimentos populares en España que la dieta de Okinawa restringe:
La carne
Si bien España es un país muy carnívoro, la dieta mediterránea tradicional ofrece un papel menos relevante a este grupo. Lo mismo sucede en el caso de la dieta de Okinawa clásica: los pescados, el marisco y, ocasionalmente, el cerdo se consideran las principales fuentes de proteína animal en la dieta de estos japoneses. Por el contrario, esta dieta mantiene alejados tanto la carne de ternera, como el pollo y, por supuesto, la carne procesada, como las salchichas, el bacon, el jamón o cualquier clase de embutido.
Huevos y lácteos
Hasta hace poco tiempo se pensaba que tomar huevos a diario se vinculaba con unas cifras más altas de colesterol LDL, pero ahora no sólo se ha desmentido, sino que se ha asociado con una mejor salud cardiovascular. La leche, aunque no es imprescindible, también es un alimento saludable: ahora bien, no deberíamos elegir aquellos quesos más grasientos o los lácteos azucarados para nuestro día a día. Healthline recoge que estos alimentos están fuera de la dieta de Okinawa, aunque esto no significa que sean malos.
Los procesados
Aunque ahora nos ahorran mucho tiempo en la cocina, estos productos son la antítesis de los que formaban parte de las dietas tradicionales. Estos productos no sólo tienen menos beneficios que los alimentos que cocinamos en casa, sino que pueden resultar dañinos por contener demasiados ingredientes insanos que aportan mejores sabores o texturas. En este grupo entran los dulces repletos de azúcares refinados, también los cereales para desayunar o los aperitivos grasientos y salados.
Las legumbres
Lo primero que hay que dejar claro es que las legumbres son saludables y el máximo aporte de proteínas en otras dietas asociadas a una altísima longevidad, como es la mediterránea. Sin embargo, en la dieta de Okinawa sólo se utiliza la soja dentro del grupo de las legumbres. Si bien en España cada vez estamos más familiarizados con el edamame como aperitivo saludable, en nuestro país tiene más sentido que acudamos a otras legumbres como las lentejas o los garbanzos, dos cultivos más propios de nuestra zona geográfica y muy saludables.
Otros alimentos
Por último, desde Healthline detallan que la dieta de Okinawa tampoco contiene un gran número de frutas, frutos secos y semillas que son frecuentes en nuestra alimentación. Al igual que las legumbres, los huevos y algunos lácteos, estos productos son saludables y muy recomendables, pero, simplemente, su consumo es más frecuente en esta zona del mundo. De todas formas, Healthline añade una puntualización: "Algunas de las comidas menos calóricas como la fruta pueden estar permitidas, aunque las que tienen más calorías —como los lácteos, los frutos secos y las semillas— siguen limitadas".