La malva (Malva sylvestris) es una planta floral comestible que se encuentra en todo el hemisferio norte y es abundante en nuestro país. Es una especie muy fuerte y adaptable, tanto que es capaz de crecer en los márgenes de caminos, campos sembrados, terrenos baldíos, solares abandonados y praderas. Cuando crece, exhibe una postura postrada o erecta, con hojas palmadas y flores de un vibrante color rosa con venas oscuras.
Su período de floración abarca desde marzo hasta avanzado el otoño. En civilizaciones antiguas como la griega o la romana, la malva era apreciada como una fuente nutricional y se consumía como verdura debido a sus valiosas propiedades, que incluyen diversas vitaminas como la A, B1, B2 y C. Hoy en día, las hojas de malva son una opción popular tanto en su forma cruda como cocinada.
Su sabor suave permite que se integre fácilmente en la dieta diaria, siendo sus brotes tiernos una alternativa versátil a la lechuga en ensaladas o para realzar el sabor de platos. En otras culturas, como la mexicana o las de países árabes, con una rica tradición culinaria en especias, la malva se integra en platos emblemáticos como tacos, sopas o salsas para potenciar y enriquecer los sabores.
Pero, además, puede ser consumida en forma de infusión con la planta seca, jarabe, extracto líquido o decocción para gargarismos en uso externo. También se aprovecha el jugo de la planta fresca y cataplasmas de hojas calientes sobre abscesos, eczemas y panadizos.
Contra el estreñimiento
La malva, debido a su contenido de antraquinonas, ha sido históricamente reconocida por su poderoso efecto estimulante y digestivo, particularmente en el tratamiento del estreñimiento. Las antraquinonas son compuestos orgánicos que pueden tener propiedades laxantes al estimular las contracciones intestinales y aumentar la secreción de líquidos en el tracto gastrointestinal.
Por tanto, se trata de un excelente aliado para aquellos casos de estreñimiento ocasional o problemas digestivos. Ayuda a mejorar el tránsito intestinal, alivia el estreñimiento y promueve la regularidad en las evacuaciones.
Ayuda a adelgazar
Si bien ninguna sustancia puede hacer milagros en la pérdida de peso, la malva se presenta como una ayuda para facilitar el proceso. Sus componentes naturales favorecen la movilización de alimentos en el sistema digestivo y reducen la acumulación de grasa abdominal.
Aunque se continúan investigando las propiedades específicas de la malva para adelgazar, es muy valorada como un complemento beneficioso para aquellos que buscan mantener un estilo de vida saludable y controlar su peso.
Cuidado para la piel
Una parte importantísima es el extracto de sus flores, el cual posee propiedades altamente beneficiosas para nuestro organismo y ha sido utilizado durante siglos para mantener la salud de la piel. El efecto antiinflamatorio de la malva sobre la piel es notable, contribuyendo a reducir las bolsas bajo los ojos y embelleciendo el contorno facial.
Además, sus propiedades demulcentes actúan localmente, proporcionando una capa protectora que impacta positivamente en la estética facial, especialmente expuesta a factores ambientales. Complementando estas cualidades, la malva exhibe un efecto antioxidante que completa este conjunto de beneficios para la piel.
Beneficios para el cabello
Además de sus importantes propiedades para la piel y sus efectos en la pérdida de peso, la malva ofrece beneficios para la salud capilar. Su efecto suavizante proporciona al cabello una mejor textura, promoviendo la elasticidad y combatiendo la caída.
Estas propiedades han llevado a la inclusión de la malva en fórmulas de champús, consolidándose como una herramienta útil para el mantenimiento de un cabello saludable.