La aclamada dieta mediterránea no sería lo mismo sin la presencia insustituible del aceite de oliva en ella. Esta grasa vegetal, que destaca por la inmensa proporción de ácidos grasos monoinsaturados que contiene, se ha relacionado con la longevidad y la prevención frente a las enfermedades cardiovasculares. Entre los beneficios del aceite de oliva virgen extra (AOVE) se cuentan la reducción del colesterol, la prevención frente a la hipertensión y también su poder antiinflamatorio.
Detrás de este último beneficio se encuentran los compuestos fenólicos, pero también cuenta con componentes antioxidantes que reducen el riesgo de enfermedades tan graves como el cáncer. De todas formas, los científicos siguen observando beneficios desconocidos hasta la fecha del consumo de este producto tan asociado a España. En este sentido, un grupo de investigadores de las universidades de Jaén y de Granada ha descubierto que también puede ejercer un efecto regulador en las bacterias del intestino.
El estudio que ha resultado de la investigación se ha publicado en la revista científica Frontiers in Nutrition y explica que el AOVE es capaz de reducir la producción de compuestos tóxicos durante la digestión, entre otras funciones. En este trabajo, los científicos analizaron genéticamente hasta 75 cepas de Enterococcus procedentes de excrementos de ratones a los que alimentaron con distintas dietas: una estándar y otras tres enriquecidas con un suplemento del 20% de mantequilla, de aceite de oliva refinado o de AOVE.
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El Enterococcus puede ser responsable de infecciones urinarias, de próstata o, incluso, de las válvulas del corazón. Las muestras fueron revisadas en la semana inicial y también en la sexta y la décimo segunda, y en ellas se buscó factores de virulencia y resistencia a antibióticos. Los autores del estudio demostraron que los ratones alimentados con AOVE presentaban una menor resistencia a los antibióticos y a la tendencia a la virulencia bacteriana. Por lo tanto, el estudio sugiere que el AOVE puede ser prebiótico.
Pero, además, estos científicos observaron un aumento de cepas bacterianas asociadas con enfermedades en las muestras de ratones alimentados con mantequilla. En cualquier caso, los autores recuerdan que estos beneficios son mejores cuando el AOVE forma parte de una dieta general saludable, como la mediterránea, y que se debe tomar con moderación debido a que es un alimento muy calórico. Los autores esperan que en el futuro otras investigaciones ahonden en el estudio del estado de la microbiota asociado a la alimentación.