En un mundo donde la salud y la nutrición son prioridades crecientes, es crucial explorar opciones alimenticias que no solo satisfagan nuestro paladar, sino que también promuevan nuestro bienestar general. En esta tarea, no siempre sencilla, explorar el fondo de los océanos puede deparar agradables sorpresas, entre ellas, la caballa verdel. Con su distintivo color verde azulado y su sabor robusto, no solo es un placer culinario, sino también una fuente importante de nutrientes esenciales para una vida saludable. Una realidad de la que es consciente Mercadona, que la ha incorporado a su catálogo.
Precisamente, la primavera, que está dando sus primeros pasos, es la temporada óptima para su captura. En invierno, adopta una estrategia de conservación, permaneciendo en las profundidades y reduciendo su actividad para preservar energía. Con la llegada de la nueva estación, el pez se mueve hacia aguas más superficiales buscando alimento, lo que aumenta su disponibilidad para la pesca, especialmente durante los meses de marzo a mayo.
Aprovechando esta circunstancia, la cadena presenta su nueva apuesta: ‘Caballa Verdel en filetes sin cabeza y sin tripas’. Con una pieza de 460 g, por 1,82€, se trata de un formato muy limpio que facilita su consumo y el acceso a sus interesantes valores nutricionales. En una porción de 100 g, encontramos 261 calorías, 24 g de proteína (los mismos que un chuletón de ternera), 83 mg de sodio y 401 mg de potasio. Destaca su contenido en grasas saludables, 18 g, de los cuales cerca de 2 g corresponden a omega 3. Una cantidad que lo sitúa como el cuarto pescado por cantidad de omega 3, solo por detrás del atún, la sardina y el boquerón.
Los pescados se encuentran entre los alimentos con mayor cantidad de omega 3, junto con las semillas de lino y las de chía. Sin embargo, a pesar de los casi 8.000 kilómetros de costa y de ser una de las potencias pesqueras de Europa, en España se consume poco omega 3. Esto es lo que se señala en algunos estudios, como el publicado en la revista Nutrients por el Grupo de investigación “Nutrición para la Vida” de la Universidad CEU San Pablo. En él, se revela que más del 65% de los españoles no alcanzan las recomendaciones de consumo de ácidos grasos omega 3.
Los expertos están de acuerdo en la importancia del omega 3. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria aconsejan una ingesta de entre 250 y 2.000 mg/día, lo que equivale a un consumo de pescado y marisco 3 o 4 veces por semana. La Asociación Americana del Corazón (AHA) aconseja consumir pescado azul al menos dos veces por semana, una cantidad equivalente a 400 mg de omega 3 al día.
Problemas asociados
La deficiencia de este importante nutriente puede generar problemas de salud. Por eso, conocer qué síntomas nos están avisando de que no estamos consumiendo la cantidad suficiente de omega 3 puede ayudarnos a mejorar nuestro estado de salud general.
Piel seca e irritada. Los ácidos grasos omega 3 desempeñan un papel fundamental en la salud de la piel al ser un componente importante de las células cutáneas. La piel actúa como una barrera natural contra el entorno, pero niveles bajos de omega 3 pueden debilitar esta barrera, lo que lleva a sequedad, irritación y sensibilidad cutánea. En personas con afecciones como el eczema, puede empeorar los síntomas, y también intensificar los brotes de acné en aquellos propensos a esta afección.
Cabello quebradizo. El cabello, al igual que la piel, depende de los ácidos grasos omega 3 para mantener su fortaleza. Su deficiencia puede afectar negativamente la salud capilar con el tiempo, manifestándose en sequedad, fragilidad, adelgazamiento, cambios en la textura del cabello o aumento de la pérdida de este.
Niebla cerebral. El cerebro, compuesto principalmente por grasa, requiere ácidos grasos omega 3 para su correcto funcionamiento. Estos apoyan la salud de las células cerebrales, facilitan la comunicación neuronal y aumentan el flujo sanguíneo cerebral. No consumirlo en cantidades suficiente puede provocar dificultades cognitivas, como falta de claridad mental, problemas de memoria y dificultad para concentrarse. Además, niveles bajos de omega 3 también se han asociado con un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas en la vejez.
Depresión. Los omega 3 son esenciales para la función cerebral y tienen efectos antiinflamatorios y protectores en el cerebro. La falta de estos ácidos grasos puede aumentar el riesgo de trastornos del estado de ánimo y otros problemas de salud mental, que se manifiesta a través de cambios de humor y desánimo.
Dolor en las articulaciones. El dolor articular crónico es común en adultos y suele empeorar con la edad. La inflamación es una de las causas principales de este tipo de dolor, y la deficiencia de omega 3 puede contribuir a un mayor estado inflamatorio. Los ácidos grasos omega 3 tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar el dolor articular y reducir la inflamación en general.
Una buena forma de evitar todos estos efectos es incluir la caballa en nuestra dieta. Su versatilidad permite prepararla de muchas formas diferentes. Ya sea al horno, al vapor o en ceviche, con este nutritivo pescado podremos conseguir las cantidades de omega 3 que nuestro cuerpo necesita.