El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) es una herramienta utilizada para el intercambio de información entre las autoridades alimentarias. A través de él, se emiten avisos tras la detección de contaminaciones alimentarias u otros peligros en distintos productos. Así, cuando estos son detectados en los diferentes niveles de la cadena de distribución, las autoridades actúan y retiran el alimento en cuestión.
La última alerta que afecta a nuestro país tiene que ver con un conocido superalimento, la cúrcuma. Según el Rasff, las autoridades sanitarias han detectado la presencia de Salmonella, la bacteria causante de la salmonelosis, en una cúrcuma procedente de España con materia prima de India, y que iba a ser distribuida por distintos establecimientos de nuestro país.
Según los datos que aparecen en la alerta publicada a nivel europeo, la presencia de esta peligrosa bacteria en la popular especia fue detectada en un "control oficial en el mercado". Así, el Rasff ha calificado el riesgo como "grave" y ha ordenado "informar a los destinatarios" del incidente que podría poner en riesgo la salud de la población.
La Salmonella es una de las bacterias más habituales y temidas en la industria alimentaria. "Presenta una gran capacidad de adaptación, lo que le permite sobrevivir en ambientes muy diversos durante meses o incluso años. Puede multiplicarse en un amplio rango de temperaturas, desde 5 a 45ºC, siendo la temperatura óptima de 35-37ºC y es capaz de sobrevivir en un amplio rango de pH", explica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).
Así, la principal fuente de infección suele ser, como en este caso, el consumo de agua o alimentos contaminados. También los portadores asintomáticos y las personas enfermas pueden ser fuente de infección. La Aesan explica que, tradicionalmente, la Salmonella se asocia al consumo de huevos y productos a base de huevo crudo o poco cocinados, carne cruda o poco cocinada (especialmente de aves de corral), así como leche y productos lácteos no sometidos a tratamientos que la eliminen, agua contaminada, frutas y hortalizas crudas. Las especias, sin embargo, también pueden verse afectadas.
Los síntomas más habituales de la salmonelosis son "la aparición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, cefalea, mialgias y otros síntomas sistémicos", asegura la Aesan. Estos síntomas aparecen entre 6 y 72 horas (generalmente de 12 a 36 horas) después de la ingesta de alimentos contaminados con Salmonella, y la enfermedad dura entre 2 y 7 días.
La mayoría de las veces la salmonelosis se pasa como una suerte de gastroenteritis y los pacientes se recuperan sin ningún tratamiento específico. “Sin embargo, en algunos casos, particularmente en niños pequeños y en ancianos, la deshidratación causada por la enfermedad puede ser grave y poner en peligro la vida”.