La papaya, originaria de México, ha encontrado en las Islas Canarias y el sureste de la península ibérica las condiciones climáticas ideales para su cultivo, que requiere de calor y humedad constante. Su popularidad en España ha crecido considerablemente, hasta el punto de que se ha integrado firmemente en la dieta local debido a sus múltiples beneficios para la salud aunque tiene una importante contraindicación.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios, se encuentra disponible durante todo el año, lo que facilita su consumo regular. Este acceso extendido es posible gracias al clima favorable de España, que permite a esta fruta tropical prosperar fuera de su hábitat natural.
Las contraindicaciones respecto al consumo de este alimento pueden variar dependiendo de condiciones específicas de salud, interacciones con medicamentos y otros factores dietéticos. La papaya contiene una enzima conocida como papaína que, si bien facilita la digestión de las proteínas, también puede causar irritación en el estómago en ciertas personas, especialmente en aquellas personas con estómagos sensibles o condiciones preexistentes como gastritis o úlceras.
Además, este alimento contiene enzimas quitinasas, las cuales podrían producir intoxicación si se consumen en exceso en alérgicos al látex porque se produce una reacción cruzada con los alimentos. Este síndrome se denomina látex-fruta y también puede ser provocado por la papaína, la quimopapaína y la caricaína.
Estos componentes naturales pueden provocar reacciones alérgicas que van desde dermatitis de contacto hasta síntomas gastrointestinales o reacciones anafilácticas. También incrementa el riesgo de anafilaxia en individuos con alergia al látex que puede ser mortal, tal y como alertan distintos estudios.
Perjudicial en algunos casos
En el caso de las mujeres embarazadas, se desaconseja también comer esta fruta inmadura por estos mismos componentes. Ya que pueden estimular contracciones uterinas, lo que potencialmente podría llevar a complicaciones en el embarazo, incluyendo partos prematuros o problemas en el desarrollo fetal. Por lo tanto, se recomienda que durante el embarazo se consuma papaya solo si está completamente madura y tras consultar con un profesional de la salud.
La papaína, al ser una enzima que descompone las proteínas, también podría interferir con la digestión de ciertos medicamentos. Esta fruta actúa a favor de la reducción del azúcar en la sangre, es por ello por lo que si se toma con medicamentos que tengan efectos similares como los que se usan para tratar la diabetes, la glucosa puede bajar demasiado.
En el caso de la amiodarona, indicada para el tratamiento de hipertensión pulmonar, hígado y corazón, este no puede mezclarse con el extracto de papaya, pues puede incrementar la cantidad de amiodarona en el organismo. También con la levotiroxina, esta fruta puede hacer que los efectos de esta hormona tiroidea que se usa para tratar el hipotiroidismo y el cáncer de tiroides pierda su efectividad.
En el caso de la warfarina, diseñada para retrasar la coagulación en la sangre, mezclarla con este alimento aumenta las probabilidades de sufrir hematomas y sangrado. De igual modo esto son consejos generales y lo recomendable es que preguntes al profesional médico que te está recetando estos fármacos.
En el caso de las personas con trastornos gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable o enfermedad de Crohn, podrían experimentar exacerbación de sus síntomas al consumir papaya. Aunque la fruta es generalmente beneficiosa para la digestión debido a su contenido de fibra y papaína, en algunos casos puede provocar un aumento en la frecuencia y la urgencia de las evacuaciones, o incluso dolor abdominal.
También para aquellos que se someten a cirugías, se recomienda evitar su consumo antes de los procedimientos quirúrgicos debido a sus efectos sobre la coagulación sanguínea y los niveles de azúcar en la sangre. Como medida de precaución, los médicos a menudo aconsejan suspender el consumo de alimentos que puedan alterar estos factores críticos para la cirugía. Aunque no todo es malo en lo que respecta a este alimento.
Beneficiosa para la vista
María Carmen Japaz, dietista y nutricionista, describe a la papaya como "la fruta de los ángeles" debido a su textura suave y sabor dulce, que recuerdan a la mantequilla. Esta se destaca no solo por su sabor excepcional sino también por su alto valor nutricional, superando incluso a la naranja en contenido de vitamina C. Esta característica hace de este alimento un componente esencial en cualquier dieta saludable, proporcionando beneficios que van desde el fortalecimiento del sistema inmunitario hasta la mejora de la salud de la piel y la vista.
Esta fruta es extremadamente beneficiosa desde el punto de vista nutricional porque aproximadamente el 90% de su composición es agua, lo que le confiere propiedades diuréticas naturales. Estas propiedades ayudan a prevenir la retención de líquidos y a promover la función renal saludable, incluso ayudando a prevenir condiciones como las piedras en el riñón. Además, el alto contenido de agua de este alimento ayuda a eliminar el sodio del cuerpo, contribuyendo a la regulación de la presión arterial y a la prevención de la deshidratación.
En cuanto a la salud ocular, es particularmente valiosa debido a su contenido de zeaxantina, un antioxidante que protege los ojos al absorberse en la mácula, la parte del ojo responsable de la visión central. Algunos estudios como los realizados por la Universidad de Tufts en Massachusetts, indican que este componente puede prevenir el daño que lleva a la degeneración macular relacionada con la edad, una de las principales causas de pérdida de visión en las personas mayores.
Recomendable para la digestión
La papaya no solo es beneficiosa para la vista, sino que también es un aliado clave para el cuidado de la piel y el cabello gracias a su rica composición de antioxidantes, como los carotenoides y la vitamina C, y nutrientes como la vitamina A y ácido fólico. Desde el punto de vista de la gestión de peso y la digestión, es un superalimento.
Japaz señala que es baja en calorías y alta en nutrientes, lo que la hace ideal para el consumo diario, especialmente para aquellos que buscan mantener un peso saludable. La presencia de la enzima papaína en esta fruta facilita la digestión de proteínas, similar a las enzimas producidas por el páncreas, lo que hace que sea muy recomendable para mejorar la digestión y aliviar problemas como la acidez y el reflujo gastroesofágico.
El potencial de esta fruta para prevenir enfermedades crónicas es notable, especialmente en lo que respecta al asma y algunos tipos de cáncer. Consumir alimentos ricos en betacaroteno como la papaya, tal y como señalan algunas investigaciones, puede reducir el riesgo de desarrollar asma, mientras que su papel en la prevención del cáncer de próstata ha sido documentado en estudios científicos.
"Igualmente, la papaína puede diluir la mucina sinusal, una glicoproteína que se encuentra en la mucosidad. Esto es especialmente importante para personas que padecen sinusitis y congestiones recurrentes", señala la experta.
En cuanto a la salud cardiovascular y el sistema inmunitario, también ofrece múltiples ventajas gracias a su contenido en potasio, fibra y vitaminas. Ya que una dieta rica en potasio y baja en sodio es fundamental para prevenir enfermedades del corazón y mantener controlada la presión arterial. Además, los antioxidantes y vitaminas como la A, C y E fortalecen el sistema inmunitario, protegiendo el cuerpo contra diversas enfermedades causadas por el estrés oxidativo.