El comino, una especia que se extrae de la semilla de la planta Cuminum cyminum, ha sido un componente esencial de la historia gastronómica de la humanidad. Con su origen en la región del Mediterráneo oriental y el valle del Nilo, ha formado parte de diversas culturas culinarias. Los antiguos egipcios lo empleaban tanto en sus elaboraciones culinarias como en rituales de embalsamamiento, mientras que los griegos y romanos lo valoraban la utilizaban como pago en transacciones comerciales. En la Edad Media, los viajeros los consideraban un amuleto contra el mal de ojo y los malos espíritus.
En la actualidad, el comino continúa siendo una especia ampliamente apreciada en numerosas cocinas alrededor del mundo, especialmente en las gastronomías del Medio Oriente, el norte de África, la India y América Latina. Su distintivo y terroso sabor aporta profundidad a una amplia gama de platos, desde sabrosos guisos hasta aromáticos curries y salsas. Comúnmente disponible en forma de semillas secas enteras o en polvo molido, es un ingrediente versátil que añade un toque de sabor único a las preparaciones culinarias.
Esta popularidad de la que ha gozado esta especia a lo largo del tiempo,tiene mucho que ver con sus cualidades culinarias. Pero, seguramente, también con las propiedades y beneficios relacionados con su consumo. De hecho, en los últimos, el interés por el comino ha ido al alza, ya que investigaciones recientes están comenzando a respaldar algunos de sus efectos bioactivos.
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Rica fuente de minerales
En cuanto a su valor nutricional, por cada 100 gramos de comino molido se obtienen 375 calorías, con 44,24 g de carbohidratos y 17,81 g de proteínas. Además, proporciona una cantidad significativa de fibra, con 10,5 g, y grasas, con 22,2 g.
En términos de minerales, el comino contiene 168 mg de sodio y 1788 mg de potasio, siendo especialmente destacable su contenido en calcio, 1098 mg (la leche contiene 125 mg en la misma cantidad), y hierro, con 58,3 mg.
Facilita la digestión
El comino es considerado una de las especias más beneficiosas para el intestino, estimulando las enzimas pancreáticas y facilitando el proceso de digestión. Rico en timol y aceites esenciales, las semillas de comino activan la actividad de las glándulas salivales, facilitando la digestión.
Además, las propiedades carminativas del comino alivian la flatulencia, mejoran la digestión y el apetito, y proporcionan alivio de los dolores de estómago cuando se consumen con agua caliente debido a su contenido de aceites esenciales, magnesio y sodio.
Mejora la memoria
Es una especia fuente rica en minerales y vitaminas esenciales para el cerebro. La riboflavina y la vitamina B6 apoyan el metabolismo energético en el cerebro y ayudan en la producción de neurotransmisores clave.
La zeaxantina, un antioxidante presente en el comino, protege las células cerebrales contra el estrés oxidativo y la inflamación. La niacina, también conocida como vitamina B3, es esencial para la salud del sistema nervioso y la producción de neurotransmisores.
Pérdida de peso
El comino ha sido objeto de interés en relación con la pérdida de peso debido a su contenido de timoquinona, un compuesto natural con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
En este sentido, existen estudios que han observado cómo el comino puede influir en la respuesta celular a la insulina y la glucosa, lo que podría contribuir a mantener niveles estables de azúcar en la sangre, un factor relevante en el control del peso.
Trata las hemorroides
El alto contenido de fibra dietética del comino, combinado con sus propiedades carminativas, antifúngicas y antimicrobianas, lo hace efectivo en el tratamiento de las hemorroides. Los aceites esenciales presentes en el comino actúan como laxante natural, ayudando a curar infecciones o heridas en el sistema excretor y aliviar las hemorroides.
Trata el insomnio
Los aceites esenciales del comino poseen efectos tranquilizantes, aliviando el estrés y la ansiedad, comunes en el insomnio. Además, el comino contiene melatonina, la hormona reguladora del sueño, junto con cantidades significativas de hierro y magnesio, esenciales para regular la actividad cerebral e inducir el sueño.
Alivia el asma y el resfriado
Las potentes propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antifúngicas del comino lo hacen efectivo en el tratamiento del asma y el resfriado. Actuando como expectorante, el comino afloja la flema y el moco en las vías respiratorias, facilitando su eliminación. El aceite esencial actúa como desinfectante, ayudando a combatir infecciones y aumentar la inmunidad.