La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha destacado que la alergia a la leche de vaca es una enfermedad que debuta de manera predominante en la edad infantil. Sin embargo, los especialistas resaltan que actualmente han aumentado los casos persistentes hasta la edad adulta.
En el marco del Día Mundial de la Leche, que se celebra el próximo 1 de junio, la SEAIC ha informado que el síndrome de enterocolitis inducida por proteínas de la dieta -introducidas por alimentos como la leche- es un caso de patología que se consideraba exclusiva de la edad pediátrica porque los primeros casos se describieron en lactantes.
Sin embargo, tal y cómo recoge Europa Press, los casos en adultos se han multiplicado desde que se detectó el primero. Por ello, indican que no está muy claro si es más prevalente en población infantil o simplemente en adultos está infradiagnosticada.
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En este caso el papel del alergólogo es relevante, afirman. "No disponemos de ningún biomarcador que nos permita establecer un diagnóstico con certeza ni que nos guíe durante el control evolutivo. Existen varios criterios diagnósticos publicados, pero ninguno está validado. Lo fundamental es la sospecha clínica en un paciente que presente síntomas digestivos tardíos, que serán predominantemente vómitos en el caso de los niños y dolor abdominal de características cólicas en el caso de los adultos, en al menos dos ocasiones tras la ingesta del mismo alimento y que esa clínica no se justifique por otras causas", señalan desde el Comité de Alergia Infantil de la SEAIC.
Una vez establecido el diagnóstico, apuntan que hay que indicar la retirada del alimento de la dieta del paciente. En el caso de lactantes con lactancia materna exclusiva y síntomas de enterocolitis inducida por proteínas de leche de vaca, la exclusión dietética se indicará a la madre. Si el lactante está alimentado con fórmula adaptada se indicará alimentación con fórmula hidrolizada o elemental, en caso de que persista la clínica, destacan.
Durante el seguimiento se programará una prueba de exposición oral controlada que permitirá saber si el niño ha superado la enfermedad o no. "El pronóstico en estos casos es bueno y la mayoría lo supera en la primera infancia", reconocen desde el Comité.
Por todo ello, la SEAIC recalca que el papel del alergólogo es crucial en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento en todas las edades. "El alergólogo es el encargado de hacer el diagnóstico, de realizar una correcta orientación dietética de cara a la evitación de la leche y de elaborar un plan de actuación en caso de reacción accidental. Por otro lado, es quien valora el pronóstico de la alergia a leche de vaca, así como de la indicación y desarrollo de la inmunoterapia oral en aquellos pacientes que lo precisen", explican desde el Comité.
Por último, la SEAIC ha subrayado que se sigue explorado la asociación de la inmunoterapia con leche con la administración de diversos tratamientos biológicos, de los que "cada vez se dispone de mayor variedad en alergología y que abren la puerta a la posibilidad de la inmunoterapia para los pacientes de perfil más grave y mayor riesgo vital".