El queso es uno de los alimentos que más pasiones levantan en España, pero por desgracia no siempre nos permitimos disfrutar de ellos. Lo evitamos cuando vamos a empezar una dieta para perder peso corporal, pero también cuando no nos sienta bien. Por suerte, en nuestro país se elabora una enorme variedad de quesos y, gracias a ello, contamos con algunos que se pueden adaptar perfectamente a una dieta y otros que sientan mejor.

Tal y como explica el nutricionista Pablo Ojeda, las personas que tienen intolerancia a la lactosa, un azúcar de la leche, tienen varias opciones que pueden probar. Este problema de alimentación se ha popularizado en los últimos años y ahora sabemos más sobre él. En este sentido, los quesos más curados pueden ser una opción más agradable para este tipo de consumidores. A medida que avanza la curación de un queso, también queda menos lactosa en él y, de esta manera, se digiere mejor.

Ahora bien, las personas con intolerancia a la lactosa también cuentan con otras opciones y una de ella es optar por leches con menos lactosa que la de vaca. Ojeda ha explicado que la leche de cabra ofrece mejores digestiones a estas personas porque tienen menos cantidad de lactosa. De la misma manera, los quesos elaborados con este tipo de leche también sientan mejor. En cuanto a las personas que tienen sensibilidad a las histaminas, deberían evitar en mayor medida los quesos azules y los muy curados.

[El truco infalible del nutricionista Pablo Ojeda para acelerar la pérdida de peso en España]

Pero, ¿podemos seguir comiendo queso aunque queramos adelgazar? Ojeda dice que sí. "Efectivamente, el queso tiene un contenido graso alto", pero estas grasas han demostrado en estudios tener un efecto cardiosaludable. Los quesos frescos son los que menos grasa tienen de todos, como el de Burgos, y a pesar de ello, suelen tener un porcentaje de grasa que ronda el 20%. Consumir queso a menudo está bien, siempre y cuando no superemos las tres cuñas diarias.

Tenemos que tener en cuenta que cuanto más curado esté un queso, más calorías tendrá: los quesos más curados pueden llegar hasta un 50% de grasas. Pero hay que tener en cuenta que el queso también tiene otros nutrientes muy interesantes. "La proteína que tiene el queso, del suero de la leche, es una de las mejores que hay en el mundo", asegura Ojeda. Esta misma proteína es la que se encuentra en muchos de los suplementos que toman las personas que practican un alto grado de actividad física.