Actualmente la enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad tanto en hombres como en mujeres. Sabemos, y con cada vez más evidencia, que el microbioma intestinal colabora en la prevención y el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares. Ciertos nutrientes alimentan a las bacterias intestinales y producen metabolitos que pueden tanto proteger contra enfermedades como agravarlas.

Un grupo de investigadores de la Clínica Cleveland de EEUU se ha fijado en una parte de la naranja en particular: la cáscara. Pese a que no solemos consumirla, es enormemente rica en fitoquímicos beneficiosos para la salud. Su trabajo sobre los extractos de la piel de naranja se han publicado recientemente en el Journal of Agricultural and Food Chemistry.

Aunque existen varios mecanismos conocidos mediante los cuales el microbioma intestinal influye en la salud cardiovascular, uno de los más estudiados es la producción de N-óxido de trimetilamina o TMAO. Los niveles de este compuesto ayudan a predecir futuras enfermedades cardiovasculares. El equipo de Yu Wang y sus indagó en el potencial de la cáscara de naranja para reducir la producción de trimetilamina (TMA) y TMAO, dada su riqueza en fitoquímicos.

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Los científicos probaron dos tipos de extractos: una fracción polar y una fracción apolar. "Si imaginas el aderezo de tu ensalada, cualquier cosa en la parte de agua o vinagre es la fracción polar. Todo lo que hay en el aceite alejado del agua es la fracción no polar", explica Wang. Según sus resultados, el extracto de la fracción no polar de la piel de naranja inhibía eficazmente la producción de sustancias químicas nocivas.

Además, los investigadores también identificaron en el extracto de la fracción polar de la cáscara de naranja un compuesto, la feruloilputrescina, que también inhibe eficazmente la enzima que produce TMA. En definitiva, tanto la fracción polar como la no polar de la cáscara de naranja tendrían sus beneficios.

Este hecho es más significativo si cabe si tenemos en cuenta que cada año se producen 5 millones de toneladas de cáscaras de naranja únicamente en Estados Unidos, y solo en la producción de zumo de naranja para todo un país. Únicamente en el estado de Florida, el 95% de sus naranjas se usan para zumo. La mitad de las pieles descartadas en el proceso se destinan a la alimentación del ganado, pero el resto se desperdicia.

Actualmente, según datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, se sabe que los extractos naturales de cáscara de naranja son seguros para el consumo humano, por lo que Wang y sus colegas esperan que este subproducto de la producción agroalimentaria tengan un mejor uso en el futuro.

"Estos hallazgos sugieren que las cáscaras de naranja, a menudo desechadas como desperdicio en la industria cítrica, pueden reutilizarse en forma de valiosos ingredientes que promueven la salud, como suplementos dietéticos o ingredientes alimentarios. Nuestra investigación allanará el camino hacia el desarrollo de alimentos funcionales enriquecidos con estos compuestos bioactivos, proporcionando nuevas estrategias terapéuticas para la salud del corazón".