La dermatitis atópica, también conocida coloquialmente como "eczema" (aunque es un término muy general) es una enfermedad crónica caracterizada por sequedad y picor en la piel. Es una afección significativamente común, la cual ya afecta a un 10% de la población en Estados Unidos (más de 31 millones de personas) y a casi un 8% de personas en España. Sus causas, sin embargo, aún están en investigación.
Ahora, un nuevo trabajo llevado a cabo por la Universidad de California en San Francisco (UCSF) habría sugerido que un componente en particular en la dieta, el sodio, o más bien su exceso, podría explicar el aumento del riesgo de eczema en el país norteamericano. Sus hallazgos se han publicado recientemente en la revista JAMA Dermatology. La dermatitis atópica se ha vuelto cada vez más común en los países industrializados, lo cual hace sospechar que los factores ambientales y factores del estilo de vida, como la dieta, tendrían algo que ver en este aumento de prevalencia.
Por su parte, también se sabe que los alimentos ultraprocesados suelen ser más ricos en sodio de lo que recomiendan las guías clínicas, y dicho elemento se ha relacionado ya con aumentos de riesgo de hipertensión y enfermedad cardíaca en especial, aunque también se sabe que el sodio puede quedar almacenado en la piel y desarrollar inflamación, como la dermatitis. Por tanto, limitar el consumo de sodio en la dieta podría ser una forma fácil de reducir la prevalencia de dermatitis atópica y controlar sus síntomas.
Más que hipertensión
Como explica Katrina Abuabara, profesora asociada de dermatología en la UCSF y autora del nuevo estudio:"La mayoría de los estadounidenses comen demasiada sal y es posible reducir su consumo de forma segura hacia los niveles recomendados. Por otro lado, los brotes de eczema pueden ser difíciles de afrontar para los pacientes, especialmente cuando no pueden anticiparlos y no tienen recomendaciones sobre qué pueden hacer para evitarlos".
Durante el estudio, los investigadores analizaron datos de más de 215.000 personas de entre 30 y 70 años del Biobanco de Reino Unido, donde se incluyeron muestras de orina y registros médicos electrónicos. Gracias a estas muestras de orina fue posible cuantificar el consumo de sodio de cada participante, y gracias a los registros médicos se pudo ver quienes tenían diagnóstico de dermatitis atópica y su intensidad según las prescripciones médicas.
Así pues, según los resultados del estudio, por cada gramo adicional de sodio excretado en la orina cada 24 horas, existia un 11% más de probabilidades de diagnóstico de eczema; 16% más de probabilidades de tener un caso activo y un 11% más de probabilidades de sufrir mayor gravedad.
Reducir la dermatitis
Por otro lado, se observó a 13.000 adultos estadounidenses que habían participado en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición y se objetivó que por cada gramo de sodio adicional consumido (aproximadamente media cucharadita de sal de mesa), había un 22% más de probabilidades de sufrir un caso de eczema activo.
El estudio no ha quedado excento de reacciones por parte de los expertos, como es el caso de Alberto Arnedo-Peña, profesor honorario del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra: "Se trata de un estudio exploratorio con una hipótesis interesante y, contando con las limitaciones que presenta, merece profundizarse con futuros estudios de cohorte o experimentales, donde se clarifique la importancia del consumo de sodio como posible causa de la dermatitis atópica".
Así pues, como comentan los investigadores y el mismo Arnedo-Peña, será necesario continuar investigando al respecto. Este estudio es observacional y no puede clarificarnos una causalidad, pero sí una relación entre el exceso de sodio y la probabilidad de sufrir o bien empeorar la dermatitis atópica.