La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente de los Ministerios de Sanidad, Consumo y Agricultura, Pesca y Alimentación, ha tenido conocimiento de la detección de niveles de histaminas por encima del límite permitido en la Unión Europea en pescado con origen en España. La notificación ha sido transmitida por el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF por sus siglas en inglés) y tuvo como origen un aviso de las autoridades de control en Portugal.
El pescado afectado corresponde a 'Atún de ojo grande (Thunnus obesus)' en los que se ha detectado concentraciones de 'histaminas por encima del límite legal'. En concreto, según el análisis realizado en Portugal, este producto presentaría hasta 600 mg/kg en su carne por cada 100 gramos, cuando la norma europea establece un máximo de 200 mg/kg gramo en esta especie. El nivel de alerta ha sido calificado como 'Serious' o grave, aunque no hay constancia de consumidores afectados.
La histamina una sustancia química presente en los organismos animales, fundamentalmente en algunas células relacionadas con la respuesta inflamatoria o inmunitaria a nivel local -en el lugar donde se produce una agresión- que el organismo libera como parte de su respuesta defensiva. También actúa como neurotransmisor de señales en el cerebro. Sin embargo, en el caso del pescado, se transforma en un tóxico natural cuando proliferan determinadas bacterias en su carne muscular.
La aparición de las histaminas está relacionada con una mala higiene en la manipulación de los alimentos y, sobre todo, con una mala conservación del pescado, habitualmente por tenerlo a una elevada temperatura durante periodos de tiempo prolongado. Al contrario que otro tipo de intoxicaciones alimentarias, las histaminosis se producen aunque el pescado haya sido cocinado, por lo que se recomienda no consumirlo bajo ninguna de sus formas de preparación culinaria.
Ante potenciales casos, las autoridades sanitarias piden vigilar los síntomas de la histaminosis si se ha consumido atún recientemente: picor de garganta, rubor y sudor facial, náusea y vómitos, cefaleas y eritema cutáneo. La gravedad de la reacción dependerá tanto del volumen de histaminas consumido como la sensibilidad de cada cual, pero ante la presencia de malestar, instan a acudir al centro de salud más cercano.
Esta intoxicación también recibe el nombre de 'escombroidosis', porque solo se produce a través de los pescados del grupo de los escómbridos y raramente pone en peligro la vida de los afectados. Las reacciones alérgicas pueden, en algunas circunstancias, derivar en episodios graves. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seiac) también recuerda que tras una reacción alérgica es importante evitar volver a consumir el pescado que nos afectó. En el caso de sufrir una escombroidosis, sí que podríamos.
Esta infección se confunde a menudo con una reacción alérgica por sus síntomas muy similares. Los escómbridos (atún, bonito y caballa) son pescados azules y, por tanto, con un contenido muy importante en grasas cardiosaludables que tienen multitud de beneficios en nuestra salud. No debemos temer el consumo de estos alimentos, sino prestar atención a los parámetros de seguridad alimentaria. El pescado que podemos comprar en supermercados y pescaderías de España es seguro.