La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado, aceite de oliva y granos enteros, se ha convertido en un modelo nutricional altamente valorado a nivel mundial por sus numerosos beneficios para la salud. Su popularidad ha trascendido las fronteras del Mediterráneo, ganando adeptos en países tan lejanos como Australia. Es el caso del doctor Jason Kovacic, cardiólogo del Hospital St. Vincent en Sídney, que la tiene como referencia de alimentación equilibrada y saludable.
En una entrevista publicada en Good Food, el cardiólogo, que también dirige el Victor Chang Cardiac Research Institute y atiende a los Rolling Stones cuando está de gira en su país, explicó cuáles son sus hábitos alimenticios y de ejercicio para mantener un corazón sano. Sus respuestas son claras: destaca la importancia de seguir una dieta mediterránea equilibrada combinada con una rutina de ejercicios bien estructurada.
"En cuanto a la alimentación, intento seguir una dieta mediterránea equilibrada. Solo como carne roja una vez cada dos o tres semanas, y como pescado unos cinco días a la semana", explica. Este enfoque no solo reduce la ingesta de grasas saturadas, sino que también aumenta el consumo de ácidos grasos omegas - 3, conocidos por sus beneficios para la salud cardiovascular.
Su desayuno habitual es sencillo y nutritivo, con una o dos piezas de fruta fresca, una taza de café solo y una rebanada de pan tostado. Para el almuerzo, a menudo elige un sándwich de atún o salmón acompañado de ensalada. En ocasiones disfruta con el salmón estilo ‘typhoon shelter’, un plato que incluye entre sus ingredientes ajo, cebolletas, frijoles y pimientos.
Su horario laboral le lleva a cenar alrededor de las 19 horas, tarde según los estándares australianos. Esta consiste en aceitunas -un aperitivo típico en España que los nutricionistas animan a adoptar como primer plato-, un poco de ensalada, verduras y, a veces, una rebanada de pan. Además, disfruta de una copa de vino tinto cuatro o cinco veces a la semana.
Otro aspecto relevante en los hábitos de este cardiólogo australiano es la actividad física y el ejercicio. Comienza su día temprano, a las 5 de la mañana, y dedica unos 50 minutos al ejercicio. Alterna sus actividades entre el uso de una bicicleta estática y pesas libres en su modesto gimnasio casero, y alterna con jogging y natación.
Debido a que su trabajo es mayormente sedentario, ha incorporado un escritorio de pie en su rutina. "Se ha demostrado que si pasas unos 90 minutos al día de pie en lugar de sentado, hay mejoras en toda una serie de parámetros vasculares y de otro tipo", señala. Además, se asegura de caminar al menos 10.000 pasos diarios, subrayando la importancia de no permanecer inactivo el resto del día.
La sal enriquecida con potasio
Una práctica reciente que ha adoptado en su hogar es el uso de sal enriquecida con potasio. "Se comercializa y vende con diferentes nombres, como ‘sal para el corazón’, pero ahora hay datos muy sólidos que demuestran que la sal enriquecida con potasio, que reemplaza parte del cloruro de sodio por cloruro de potasio, puede generar efectos positivos en el organismo".
Como contamos en EL ESPAÑOL, diversos estudios indican que la sal potásica es una alternativa saludable a la sal convencional. Añadir este condimento a nuestras comidas puede ofrecer múltiples beneficios para nuestro organismo, incluyendo el control de la presión arterial gracias al potasio, que contrarresta los efectos negativos del sodio, la protección del corazón y los riñones al reducir la carga de sodio, y la disminución de la retención de líquidos.