La seguridad alimentaria es una preocupación constante y esencial en la vida diaria, especialmente dado el alto número de enfermedades transmitidas por alimentos que afectan a millones de personas cada año. Los preparados no se salvan, de hecho, las bolsas de ensalada de los supermercados han protagonizado algunas alertas alimentarias como la acontecida a principios de año en Estado Unidos.

Si bien muchas personas son conscientes de la importancia de prestar atención a las fechas de caducidad y de mantener la carne cruda separada de otros alimentos, hay muchas prácticas adicionales que pueden ser igualmente cruciales pero que a menudo se pasan por alto. 

La atención a las fechas de caducidad y la separación de la carne cruda de otros alimentos son reglas básicas de la cocina que muchos conocen y siguen. Sin embargo, existen otros hábitos menos conocidos, pero igualmente importantes que pueden mejorar significativamente la seguridad alimentaria. Según el informe de zoonosis de One Health de 2022, publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), se reportaron en la Unión Europea (UE) y en Irlanda del Norte un total de 5.763 brotes de enfermedades transmitidas por alimentos, que resultaron en 48.605 casos de enfermedad, 2.783 hospitalizaciones y 64 muertes. 

[Soy cardiólogo de Harvard y este es el único alimento que no como jamás: en España se toma a diario]

Entre los ejemplos de infecciones bacterianas, parasitarias y virales causadas por los alimentos se incluyen la salmonela, el toxoplasma, la listeria y el norovirus, además de la E. coli. Lo cierto es que con simples cambios en nuestros hábitos culinarios y de manejo de alimentos, es posible reducir significativamente estos riesgos y proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos, tal y como destaca Darin Detwiler, experto en seguridad alimentaria de la Northeastern University en Boston y ex asesor de seguridad alimentaria de la FDA y el USDA al Daily Mail.

Cuidado con las bolsas de ensalada

Las bolsas de ensaladas pre-preparadas han sido un tema de creciente preocupación para los expertos en seguridad alimentaria debido a los riesgos de contaminación. "Nunca comeré una de esas bolsas de ensaladas preparadas que venden en los supermercados, es demasiado arriesgado", explicó Detwiler al medio. Estas bolsas han sido objeto de múltiples retiradas del mercado en los últimos años, principalmente debido a la presencia de listeria.

Este patógeno puede prosperar en las condiciones de las plantas de procesamiento, donde se manipulan grandes cantidades de productos y la higiene puede ser difícil de mantener de manera uniforme. Diferentes estudios han corroborado que las ensaladas pre-envasadas tienen una alta probabilidad de albergar bacterias patógenas debido a la naturaleza de su procesamiento industrial. Estas bacterias pueden causar infecciones graves que, en poblaciones vulnerables, pueden llevar a complicaciones severas o incluso a la muerte.

Fechas de caducidad

La atención a las fechas de caducidad y la separación de la carne cruda de otros alimentos son reglas básicas de la cocina que muchos conocen y siguen. Sin embargo, existen otros hábitos menos conocidos, pero igualmente importantes que pueden mejorar significativamente la seguridad alimentaria. 

No dejar la comida fuera del frigorífico

Una de las prácticas más peligrosas es dejar la comida fuera del refrigerador por más de dos horas. Detwiler explica que si la temperatura de los alimentos baja de 60 grados y no se refrigera a 4,4 grados, se corre el riesgo de que los patógenos, como la salmonella, proliferen. Estas bacterias pueden causar síntomas graves como náuseas, vómitos, diarrea, deshidratación y baja presión arterial. Para minimizar este riesgo, sugiere descongelar los alimentos en el refrigerador en lugar de en el mostrador, ya que mantener una temperatura constante y segura es clave para prevenir la proliferación de bacterias peligrosas.

Comida del súper a domicilio

Aunque los servicios de entrega de comida del super pueden parecer una solución conveniente para quienes tienen poco tiempo, presentan ciertos riesgos inherentes. El experto advierte que al no estar presentes en la tienda, los consumidores pierden la oportunidad de evaluar la calidad de los alimentos.

Un estudio indica que los consumidores son menos propensos a verificar la frescura y la seguridad de los alimentos cuando estos son entregados a domicilio. Por ejemplo, una bolsa de espinacas inflada puede ser un signo de que los alimentos están en mal estado, algo que podría pasarse por alto en una entrega a domicilio. Esta falta de control puede resultar en la recepción de productos que no cumplen con los estándares de frescura y seguridad.

Pesa la comida antes de cocinar

Pesar la comida antes de cocinarla es otro consejo vital que los expertos en seguridad alimentaria recomiendan seguir. Este explica que nunca cocina sin conocer el peso exacto de los alimentos, especialmente cuando se trata de carnes. La razón es que el tiempo necesario para alcanzar una temperatura segura depende directamente del peso del alimento. También es importante usar un termómetro para la carne para garantizar que esté completamente cocida, ya que las señales visuales no son suficientes para asegurar que esta ha alcanzado una temperatura interna segura y cocinarla adecuadamente es crucial para eliminar patógenos que pueden causar enfermedades graves.

Mejor tuppers pequeños

Almacenar alimentos en recipientes pequeños en lugar de grandes bandejas o ollas puede prevenir la proliferación de bacterias. Detwiler explica que los alimentos guardados en grandes cantidades pueden enfriarse de manera desigual, lo que permite que las bacterias crezcan en las capas internas que no se enfrían rápidamente. Por ejemplo, grandes porciones de alimentos como el puré de patatas o la pasta deben dividirse en porciones más pequeñas y almacenarse en recipientes individuales para asegurar un enfriamiento uniforme. Esta práctica ayuda a mantener los alimentos a una temperatura segura, reduciendo el riesgo de crecimiento bacteriano y garantizando que se mantengan frescos por más tiempo.

No utilizar los mismos utensilios

Cambiar las tablas de cortar y los utensilios entre diferentes tipos de alimentos es esencial para evitar la contaminación cruzada. Usar la misma tabla de cortar para carnes y vegetales puede transferir bacterias peligrosas como la salmonella de la carne cruda a los vegetales, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Por eso este experto recomienda utilizar tablas de cortar separadas para diferentes tipos de alimentos y lavar los utensilios y tablas en el lavavajillas a altas temperaturas para eliminar cualquier patógeno residual. Este simple cambio en la rutina de cocina puede reducir significativamente el riesgo de contaminación cruzada y mantener la cocina más segura.

No más de cuatro días

Desechar las sobras después de cuatro días es una práctica que puede prevenir enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque muchas personas preparan comidas para toda la semana, los expertos advierten contra almacenar sobras por más de cuatro días. A medida que pasa el tiempo, incluso si los alimentos se mantienen en condiciones refrigeradas, las bacterias pueden empezar a crecer. Por eso es mejor preparar y congelar los alimentos al inicio de la semana como una alternativa más segura para mantener las comidas frescas y libres de bacterias peligrosas. 

Las mascotas de la casa

Mantener a las mascotas fuera de la cocina mientras se cocina es crucial para evitar la contaminación de los alimentos. Los animales pueden portar bacterias como Capnocytophaga, que no les causan enfermedades a ellos, pero pueden ser peligrosas para los humanos. Según los CDC, estas bacterias pueden causar síntomas graves en personas con sistemas inmunológicos debilitados. Por lo que es mejor evitar el contacto con las mascotas mientras se manipulan alimentos y lavarse las manos después de tocar a los animales para prevenir la transferencia de patógenos a los alimentos. 

No laves la carne antes de cocinarla

No enjuagar la carne antes de cocinarla es un consejo respaldado por investigaciones del USDA. Aunque muchas personas piensan que enjuagar la carne elimina bacterias, en realidad, aumenta el riesgo de contaminación al salpicar bacterias en el fregadero y las superficies de la cocina. Un estudio del USDA encontró que un cuarto de los participantes que lavaron carne cruda transfirió bacterias a otros alimentos, como la lechuga. En lugar de enjuagar, se recomienda cocinar la carne a una temperatura segura para eliminar cualquier bacteria presente. Remojar la carne en agua salada, también conocida como salmuera, le agrega sabor, pero el USDA afirma que "no sirve para nada en términos de seguridad alimentaria".