Sin duda, España es un país de quesos. La amplísima variedad y, sobre todo, su excelente calidad, lo sitúan entre los principales productores y consumidores de este producto lácteo. Sin embargo, sería injusto no reconocer que otros países también elaboran excelentes variedades de queso, como Francia, Italia o Grecia. Precisamente de este último proviene uno de los quesos sobre los que Mercadona ha aplicado una rebaja de precio para hacerlo más accesible: el queso feta mezcla Hacendado en dados, muy apropiado para acompañar ensaladas frescas.
Elaborado y envasado por la empresa griega KOLIOS SA, se ofrece en una tarrina de 370 g (150 g escurrido) por un precio de 2,30€. Este producto alimenticio de origen lácteo que se compone de leche de oveja y de cabra, ambas pasteurizadas, cuajo sal, fermentos lácticos y salmuera, compuesta de agua y sal. Es necesario conservarlo a una temperatura que oscile entre 2°C y 6°C y después de abierto se debe ingerir antes de pasados 5 días. Además, incluye un escurridor que facilita su consumo.
Si nos fijamos en su etiquetado, podremos ver que sus valores nutricionales son bastante interesantes. Por cada 100 g, este queso feta proporciona 277 calorías. Contiene 23,2 g de grasas, de las cuales 16,4 g son grasas saturadas, lo que resalta su contenido significativo de grasas saludables. Es bajo en carbohidratos, con solo 1 g, lo que lo convierte en una buena opción para dietas bajas en carbohidratos. Además, es una fuente rica en proteínas, aportando 16 g, y contiene 2,2 g de sal, lo que debe tenerse en cuenta para aquellos que vigilan su ingesta de sodio.
Muchos minerales
Junto con los valores nutricionales señalados, es importante remarcar que el queso feta posee altos niveles de calcio y vitamina B6 y B12, importantes para un sistema nervioso saludable, una piel sana y la producción de energía. Entre los minerales, es rico en fósforo, cobre, zinc, manganeso y selenio, y en cantidades más bajas, hierro, magnesio y potasio. Además, cuenta con ácidos grasos saludables, como el ácido linoleico, también como omega 6.
Entre los beneficios potenciales del queso feta se incluyen la mejora de la salud ósea debido a su alto contenido de calcio y fósforo, lo que puede prevenir la osteoporosis. También puede ayudar en el control del peso gracias al ácido linoleico conjugado (CLA), que podría reducir la grasa corporal. Además, al ser un alimento fermentado, el queso feta contiene probióticos que promueven un intestino saludable y apoyan el sistema inmunológico.
Además, sus proteínas y calcio pueden ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, reduciendo el riesgo de diabetes y ayudando a manejar condiciones relacionadas con el azúcar en sangre. Estos beneficios hacen del queso feta una opción nutritiva y saludable para incluir en la dieta, siempre y cuando se consuma con moderación debido a su contenido de sodio.
Rico en calcio
El queso feta es considerado rico en calcio, al igual que otros quesos. Pero, además, se encuentra en la parte alta de la tabla en cuanto a su contenido, con más de 500 mg por cada ración de 100 g. Un dato a tener en cuenta, ya que el calcio es el mineral más abundante en el cuerpo humano. Constituye la estructura de los huesos y dientes, además de contribuir al funcionamiento de los músculos, la coagulación sanguínea, la transmisión nerviosa y otros procesos corporales.
El calcio desempeña numerosos roles en el cuerpo y es particularmente importante durante ciertas etapas del desarrollo. Es esencial para la salud ósea, ya que contribuye al desarrollo, mantenimiento y salud continuada de los huesos. Las mujeres posmenopáusicas necesitan calcio para mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis. En la coagulación sanguínea, el calcio es crucial para la capacidad de coagulación de la sangre, interviniendo junto con otros químicos y nutrientes.
En cuanto a la función cardíaca, el calcio ayuda a mantener la acción del músculo cardíaco relajando los músculos lisos alrededor de los vasos sanguíneos, y está vinculado a la reducción de la presión arterial. También es vital para la contracción muscular, ya que se libera cuando un músculo es estimulado para ayudar en su contracción y se elimina para permitir la relajación. Durante el embarazo, el consumo adecuado de calcio puede ayudar a reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de preeclampsia.