Los alimentos que más nos suelen gustar no son saludables, pero, además, también suelen provocar digestiones incómodas. Son, por lo general, recetas que se elaboran con una alta proporción de grasas saturadas y de azúcares, como la comida basura. Estos ingredientes hacen que estos alimentos sean más deliciosos, pero también que el momento posterior a su ingesta sea un calvario en ocasiones. El cuidado de nuestro sistema digestivo, por tanto, empieza por lo que elegimos comer. 

Por esta razón, los gastroenterólogos recomiendan que nuestra dieta diaria tenga una baja proporción de esos alimentos grasientos y azucarados. Tal y como también recomiendan los cardiólogos o los neurólogos, nuestra dieta se debería parecer en mayor medida a la dieta mediterránea más tradicional. Es decir, basada en alimentos vegetales, con las legumbres como principal fuente de proteínas y con un alto aporte de fibra. Una de las enfermedades más peligrosas ligadas al sistema digestivo es el cáncer colorrectal.

Este tipo de cáncer, por desgracia, es el que más se diagnostica en nuestro país: sólo en 2024, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha advertido de que se van a diagnosticar un total de 44.294 nuevos casos. Este cáncer se ha relacionado en gran medida con los hábitos alimenticios y el estado de nuestra microbiota intestinal. Uno de los alimentos que más se ha asociado con él es, de hecho, la carne procesada, como los embutidos, las salchichas o el jamón.

Cereales refinados

La recomendación alimentaria del gastroenterólogo, por lo tanto, va dirigida a prevenir todos estos problemas: tanto las molestias gastrointestinales, como el cáncer en estos órganos. En este sentido, la gastroenteróloga Shilpa Grover, que es también directora del programa de onco-gastroenterología en el Hospital de Brigham and Women’s de la ciudad de Boston en Estados Unidos, ha explicado cuál es el alimento que tomamos los españoles a diario y que ella evita a toda costa. 

Dicho alimento es el pan blanco, un producto que los españoles compramos a diario y que utilizamos en todas las horas del día. Pero, ¿cuál es su problema? El pan blanco está elaborado con harinas de trigo refinadas que han resultado ser perjudiciales para nuestro intestino. De hecho, Grover afirma que se ha relacionado con una enfermedad del intestino conocida y que puede terminar derivando en consecuencias muy serias para la salud general.

"Algunos estudios que han evaluado patrones alimentarios han demostrado de manera clara que un alto consumo de carne roja y cereales refinados se ha asociado con un mayor riesgo de diverticulitis", explica Grover a la versión estadounidense de The Huffington Post. "Al contrario de lo que se pensaba antes, los frutos secos, el maíz y las palomitas de maíz no se han asociado con un aumento del riesgo de desarrollar diverticulosis, o complicaciones como la diverticulitis e, incluso, el sangrado".

Divertículos

Los divertículos son unas pequeñas bolsas que se pueden formar en el revestimiento del sistema digestivo, principalmente en el colon. Suelen ser comunes a partir de los 40 años y, según la página web de la Clínica Mayo, no suelen causar problemas. Sin embargo, cuando se inflaman, lo que se conoce como diverticulitis, pueden producir infecciones, dolor intestinal intenso, fiebre, náuseas y un cambio marcado en tus hábitos intestinales. De hecho, los casos más graves pueden llegar, incluso, a requerir cirugía.

Además de debido a la dieta pobre en fibra y el alto consumo de grasas animales, el envejecimiento, la obesidad, el tabaquismo, la falta de ejercicio y el consumo de algunos medicamentos pueden favorecer la aparición de esta enfermedad. Tal y como cuenta Grover, si cambiamos los cereales refinados por los integrales no sólo reducimos el riesgo de una diverticulitis, sino que también nos defendemos frente a "la diabetes, la enfermedad de las arterias coronarias y el cáncer, incluyendo el colorrectal".