"De la mano del científico y médico pionero William Li, aprenderás cómo y en qué cantidades utilizar los más de 200 alimentos curativos que pueden combatir el cáncer, reducir el riesgo de demencia y prevenir docenas de enfermedades evitables". Así reza la sinopsis del libro Comer para sanar: La nueva ciencia para la prevención y curación de las enfermedades (Grijalbo, 2019). Una propuesta, cuanto menos sugerente, del doctor que ha planteado cuestiones muy interesantes sobre cómo los hábitos alimentarios pueden influir en nuestro bienestar.

Previamente hemos abordado las preferencias del Dr. Li en los desayunos y, para comprender bien los hábitos alimentarios que él considera saludables, es necesario adoptar una visión integral del impacto de los alimentos en nuestra salud. Esto incluye también el resto de las comidas del día. Por eso, en esta ocasión nos centraremos en la cena, una comida que en nuestro país suele hacerse demasiado tarde y, en muchas ocasiones, en cantidades excesivas.

Si hay un ingrediente que Li destaca, ese es el radicchio o achicoria roja (Cichorium intybus). Se trata de una hortaliza que se utiliza comúnmente en ensaladas y platos cocinados, pero que se tiende a ignorar en la cocina de España. Tiene un sabor ligeramente amargo y una textura crujiente. Su color varía del rojo intenso al púrpura, y las hojas pueden tener vetas blancas. Es popular en Italia, tanto por su sabor distintivo, como por sus interesantes propiedades nutricionales.

La elección de esta hortaliza para la cena no es casual, ya que se trata de un 'superalimento' con una infinidad de propiedades saludables. Es rico en antioxidantes, vitaminas y minerales, y con muy pocas calorías. Esto se alinea a la perfección con la convicción del Dr. Li de que la cena es la comida más importante del día. "Suelo preparar mi comida en torno a una verdura básica primero y luego pienso en cómo hacer que esa verdura sea lo más sabrosa posible", explica el cardiólogo. 

"El radicchio es uno de esos vegetales que activan múltiples sistemas de defensa al mismo tiempo", explica Li. Para beneficiarse de sus propiedades, lo incluye en su cena, cortado por la mitad, rociado con aceite de oliva y asado durante unos 15 minutos en el horno. Lo suele acompañar de un filete de pescado o de patatas asadas con romero. De esta forma, se asegura disfrutar de una cena equilibrada y rica en nutrientes esenciales.

Achicoria roja. Imagen de archivo. iStock

Otro alimento que frecuentemente aparece en sus cenas es la pasta. Aunque no se considera uno de los alimentos más saludables, el Dr. Li tiene algunos trucos para maximizar sus beneficios. Por ejemplo, prefiere pasta integral, elaborada con el grano entero, que ofrece propiedades antiangiogénicas y estimula el sistema inmunológico. En cuanto a las salsas, se inclina por las elaboradas con tomates cocidos, sobre todo los cherry, que son ricos en licopeno, un antioxidante que combate el cáncer. Por supuesto, todo acompañado de aceite de oliva virgen extra.

Potente antioxidante

Otro alimento que frecuentemente aparece en sus cenas es la pasta. Aunque no se considera uno de los alimentos más saludables, el Dr. Li tiene algunos trucos para maximizar sus beneficios. Por ejemplo, prefiere pasta integral, elaborada con el grano entero, que ofrece propiedades antiangiogénicas y estimula el sistema inmunológico. En cuanto a las salsas, se inclina por las elaboradas con tomates cocidos, sobre todo los cherry, que son ricos en licopeno, un antioxidante que combate el cáncer. Por supuesto, todo acompañado de aceite de oliva virgen extra.

"Las investigaciones han demostrado que el pigmento natural responsable del color morado de estas papas tiene la capacidad de eliminar las células madre del cáncer, aquellas que permiten que el cáncer vuelva a aparecer," señala Li. ¿Pero cuál es ese pigmento con tales beneficios? La respuesta es clara: las antocianinas. Estas son un tipo de polifenoles con potentes propiedades antioxidantes, presentes tanto en la achicoria roja como en la patata azul, que es la que le da su color característico. 

Un breve repaso nos permite señalar que las antocianinas, y por tanto los alimentos que las contienen, están entre los mejores aliados para promover una vida larga y saludable por varias razones. Por ejemplo, existen estudios que han mostrado que pueden inhibir el desarrollo de células cancerosas y promover su muerte, ayudando así a prevenir la progresión del cáncer. Además, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden disminuir la inflamación crónica, un factor clave en muchas enfermedades graves.

También son útiles para el control de la diabetes, ya que pueden estimular la secreción de insulina y mejorar la sensibilidad a esta, regulando los niveles de azúcar en sangre, lo cual es especialmente beneficioso para personas con diabetes tipo 2. Las antocianinas tienen efectos antimicrobianos, capaces de combatir diversas bacterias y proteger al organismo de infecciones. Asimismo, favorecen la salud de los vasos sanguíneos y la microcirculación, ayudando a combatir problemas como la fragilidad capilar, las varices y las hemorroides.