Decidir qué vamos a cenar cada noche es, sin duda, un quebradero de cabeza. Lo que más solemos valorar es que se pueda preparar en un santiamén y, por desgracia, esto nos lleva a elegir alimentos menos saludables con frecuencia. Las opciones favoritas para una cena rápida suelen ser las pizzas o los alimentos que se fríen en un instante. Sin embargo, hay un producto mucho más saludable y también muy barato que es muy útil tener en la nevera: las sardinas en lata.

En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado hasta 19 marcas diferentes de sardinas en lata en aceite de oliva para ponernos más fácil la decisión de cuáles llevarnos a casa. Lo primero que puedes advertir en el supermercado es que existen sardinas y sardinillas, pero llevarse unas u otras es una simple cuestión de gustos: "Mientras que una lata de sardinas contiene de 3 a 4 piezas, en una de sardinillas puede haber de 7 a 8 unidades", explica la OCU.

Para realizar el análisis, la OCU ha comprobado si el aceite en el que están sumergidas es realmente de oliva, si se cumple la cantidad mínima de sardinas, si su estado era bueno antes de conservar y sus condiciones. La OCU ha celebrado que después de llevar a cabo sus análisis ha comprobado que todos estos productos contienen aceite de oliva y no tienen sustitutos ni tampoco se han mezclado. Al no haber detectado tampoco histaminas, la OCU confirma también que todas las sardinas estaban frescas.

Omega-3, proteínas y yodo

Los aspectos peor valorados por la OCU han sido la presentación de las sardinas, que en muchos casos se han encontrado rotas, también extremadamente cocidas y con la información nutricional mal detallada. "También hemos comprobado si el contenido de sardina en la lata es al menos del 70%, que es otro requisito normativo de las conservas de pescado. Podemos darlo por bueno, aunque en algunos productos les salva el margen de error que ofrece el método de cálculo", explica la OCU.

Finalmente, la OCU anuncia que son las sardinas en lata de Auchan, las que se venden en los supermercados de Alcampo, las que mejor calidad con respecto a su precio. Estas sardinas recibieron 67 puntos sobre cien y, junto a otras de Mercadona y Lidl, se consideran una compra maestra por su relación calidad-precio. La lata de 120 gramos cuesta tan sólo un euro, aunque la OCU afirma que se han encontrado en ellas sardinas con desgarros.

"Muchos consumidores comen sardinas con el convencimiento de que se trata de un alimento con buenas cualidades nutricionales. Y están en lo cierto, pues realmente es un pescado rico en ácidos grasos omega-3, minerales como el yodo y el fósforo y proteínas de alto valor biológico", enumera la OCU.

Además, "a diferencia del atún, que es un tipo de pescado grande que suele acumular metales pesados", las sardinas no tienen este problema debido a su pequeño tamaño. "Los análisis de detección de metales pesados han arrojado unos valores muy bajos de cadmio (unas 10 veces por debajo de los límites marcados por la EFSA) y nulos de mercurio, por lo que no entrañan riesgos".