El chocolate es uno de esos alimentos con doble filo: la riqueza en antioxidantes del cacao puro ha demostrado beneficios para la salud si se consumen entre 10-30 gramos diarios, pero superar dicha cantidad puede llegar a ser contraproducente por su riqueza en grasa, necesaria solo en su justa medida. A todo ello hay que añadir la riqueza en algunos metales pesados, como plomo o cadmio, que se acumulan en el organismo con efectos neurotóxicos.

Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad George Washington (EE.UU.) ha querido ahondar en la concentración de metales pesados que se encuentra en los chocolates más populares entre los consumidores. Sus resultados se han publicado recientemente en la revista Frontiers in Nutrition.

A finales de 2023 el medio Consumer Reports ya analizó por su cuenta alrededor de 28 tabletas de chocolate, objetivando un exceso de metales pesados en al menos 23 casos. Cabe destacar, eso sí, que usaron como método de medición los estándares de California, de los más restrictivos en Estados Unidos.

Sabemos que el chocolate destaca por poseer ciertos potenciales "peligros", como su exceso de azúcar (de ahí que se recomienden con al menos un 70% de cacao), o la teobromina, una sustancia estimulante naturalmente presente. Sin embargo, este compuesto se encuentra en muy bajas cantidades y harían falta varios kilogramos de chocolate consumidos de forma simultánea para provocar problemas.

Sin embargo, el problema con los metales pesados es diferente. Con un escaso consumo, como es una onza de chocolate -alrededor de 28 gramos- sería suficiente para superar los límites seguros de consumo, especialmente si se toma a diario. Por otro lado, el cacao es rico en micronutrientes necesarios para la salud. Por tanto, ¿podrían los beneficios superar los potenciales riesgos?

En este nuevo estudio, sin embargo, se vuelve a sugerir que el cacao y sus productos derivados poseerían niveles de metales pesados excesivos, sobre todo en los casos de productos orgánicos, al menos en Estados Unidos. Así pues, los investigadores responsables del estudio analizaron 72 productos de cacao, incluyendo chocolate negro, cada dos años durante un periodo de ocho años. Se centraron en detectar los niveles de plomo, cadmio y arsénico, metales pesados que en mínimas cantidades ya son capaces de dar lugar a problemas para la salud.

"A todos nos encanta el chocolate, pero es importante consumirlo con moderación, al igual que con otros alimentos que contienen metales pesados como los pescados grandes como el atún o el arroz integral sin lavar", explica Leigh Frame, directora de medicina integrativa y profesora adjunta de investigación clínica y liderazgo en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington.

"Si bien no es práctico evitar totalmente los metales pesados presentes en los alimentos, hay que tener cuidado con lo que se come y en qué cantidad se consume", añade. Los investigadores usaron un umbral de niveles de dosis máximas permitidas para evaluar el grado de contaminación por metales pesados en todos los productos analizados, detectando que:

- El 43% de los productos estudiados superaban la dosis máxima permitida de plomo.

- El 35% de los productos estudiados superaban la dosis máxima permitida de cadmio.

- Ninguno de los productos analizados superaba la dosis máxima permitida de arsénico.

- Los productos etiquetados como orgánicos eran, paradójicamente, los que mostraban mayores niveles de plomo y cadmio en comparación a los no orgánicos.

Los investigadores puntualizan que, para un consumidos promedio, una sola ración no tiene por qué producir problemas para la salud. Sin embargo, el consumo continuado, o la combinación con otros alimentos que también contienen metales pesados, sí podría dar lugar a problemas al superarse las dosis máximas seguras.

Así, existen alimentos de origen animal con potencial para bioacumular plomo como los mariscos y vísceras, o hierbas y especias cultivadas en suelos contaminados de países con menos regulación al respecto, como China, Nigería, India o Egipto. Por su parte, respecto al cadmio, destacan especialmente algunas algas marinas como las algas Hijiki. 

Actualmente se aconseja el consumo de una onza de chocolate negro al día por sus potenciales beneficios para la salud, a nivel cardiovascular, cognitivo y respecto a la inflamación crónica de bajo grado. Sin embargo, estas recomendaciones no tenían en cuenta los posibles perjuicios derivados de los metales pesados, por lo que los investigadores sugieren la necesidad de seguir investigando al respecto y contrastar el riesgo-beneficio de su consumo.