España es un destacado productor de leche, ocupando un honroso séptimo lugar en el ranking europeo liderado por Alemania, Francia y Reino Unido. No sorprende, por tanto, que seamos grandes consumidores de productos lácteos, como el queso y el yogur, gracias a la gran variedad de opciones disponibles. En el caso del yogur, mucha gente se pregunta si realmente es un alimento saludable. Esta cuestión tiene matices, ya que depende de la variedad: natural, desnatado, líquido, vegano, azucarado, griego, con proteínas…

Como podemos imaginar, los yogures naturales y sin azúcares añadidos están entre los más saludables. Pero dentro de esta categoría, podemos diferenciarlos en función del origen de la leche con la que se elaboran. Por ejemplo, en Mercadona encontramos este interesante yogur natural de cabra Hacendado, señalado por el nutricionista Jesús Baraza (elnutricionisto, en Instagram) como uno de los más saludables. 

A la venta en Mercadona en un pack de cuatro unidades de 125 g por 2,20 euros, entre sus ingredientes encontramos leche entera pasteurizada de cabra y fermentos lácticos. Unos ingredientes que en términos nutricionales le confieren por cada 100 g un total de 322 kilocalorías, 4,9 gramos de grasas (3,4 gramos de grasas saturadas), 4,2 gramos de carbohidratos (4,2 gramos de azúcares), 4,1 gramos de proteína, 0,09 gramos de sal y 143 miligramos de calcio.

Yogur natural de cabra Hacendado

Una alternativa láctea

Este yogur elaborado con leche de cabra, tiene algunas características interesantes. Por un lado, es cremoso con un sabor suave y ligeramente ácido que lo hace agradable al paladar. Por otro lado, tiene un precio razonable, sobre todo si tenemos en cuenta la calidad del producto y su origen de leche de cabra, con una composición química diferente a la de vaca, lo que podría representar un valor añadido para quienes buscan alternativas lácteas.

Pero no son esas sus únicas ventajas. También es un alimento nutritivo y saludable, rico en proteínas, vitaminas, minerales, grasas saludables y probióticos, todos los cuales contribuyen al buen funcionamiento del cuerpo. Consumir regularmente yogur de cabra ofrece múltiples beneficios para la salud, como mejorar la digestión y el tránsito intestinal gracias a su menor contenido de caseína y lactosa, y a los probióticos que regeneran la flora intestinal, aliviando problemas digestivos.

Asimismo, es un excelente aliado para fortalecer el sistema inmunológico, ya que los probióticos estimulan la producción de anticuerpos y su riqueza en vitaminas y minerales ayuda a prevenir diversas enfermedades. Además, protege el corazón al reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, y su contenido en potasio regula la presión arterial, disminuyendo riesgos cardiovasculares. Finalmente, previene la osteoporosis debido a su alta concentración de minerales esenciales y vitamina D, que favorecen la salud ósea.

Bajo en caseína

Según la Fundación Española del Aparato Digestivo, "la alergia a las proteínas de la leche es una enfermedad caracterizada por una respuesta exagerada del sistema inmunitario a las proteínas de la leche, principalmente a la betalactoglobulina y caseína. Estas proteínas son reconocidas como extrañas en el organismo y se inicia la producción de anticuerpos, entre ellos la Inmunoglobulina E, y se segregan sustancias químicas como la histamina causantes de los síntomas".

La caseína es una de las principales proteínas presentes en la leche y los productos lácteos. Representa aproximadamente el 80% de las proteínas de la leche de vaca y alrededor del 70-75% en la leche de cabra. Es conocida por su papel en la formación del cuajo durante la producción de queso, lo que le confiere una textura firme. Sin embargo, la caseína también puede ser un problema para algunas personas, especialmente aquellas con alergias a las proteínas de la leche.

Existen varios tipos de caseína, pero los dos más comunes son la α-caseína y la β-caseína. La leche de cabra contiene una estructura proteica diferente a la de la leche de vaca. Aunque ambas contienen caseína, la leche de cabra tiene menos α-caseína y más β-caseína A2. Esta diferencia hace que la leche de cabra y sus derivados, como el yogur de cabra, sean más tolerables para algunas personas con alergias o intolerancias a la leche de vaca. Además, las micelas de caseína (la forma en que se agrupan las proteínas) en la leche de cabra son más pequeñas y suaves, lo que facilita la digestión.