Cuando queremos cenar algo ligero, sobre todo en épocas de calor como el verano, una ensalada siempre parece una opción sana y rápida. Además, dada su versatilidad, es posible complementarla con más o menos ingredientes, dependiendo de las necesidades o el hambre del momento. Sin embargo, no siempre es la mejor opción.

Como explica Maximilian Schubert, director médico del MAYRLIFE Medical Health Resort, "los alimentos crudos, como las ensaladas, pueden ser difíciles de digerir". Y hoy explicaremos por qué esta afirmación tiene mucho sentido.

Como comenta Schubert, las ensaladas son platos ricos en fibra, un elemento muy saludable y necesario durante el día, el cual se ha asociado a una mejor salud y longevidad, y es clave en cualquier patrón alimentario saludable. Sin embargo, este mismo nutriente puede llegar a ser difícil de digerir dependiendo de cantidades y horas del día: si se consume demasiado tarde, puede sobrecargar el tracto digestivo.

Aunque esto dependerá de la sensibilidad de cada persona, la fibra puede llegar a provocar hinchazón y malestar, incluso de día dependiendo de las cantidades, pero esto puede empeorar más si cabe por las noches, provocando un impacto negativo en la calidad del sueño.

Schubert explica que una digestión sana es clave para el bienestar general, y especialmente durante el sueño. Por dicho motivo suele recomendar evitar tanto las ensaladas como cualquier comida cruda en las horas cercanas a la noche, incluyendo verduras crudas o carne y pescado crudos. Incluso los frutos secos sin tostar, que no suelen considerarse alimentos crudos, pero lo son.

Respecto a la fruta, el médico explica que también es un alimento crudo que, además, es rico en fructosa, que puede provocar problemas de flatulencia y dolor abdominal en algunas personas.

Así mismo, dependiendo de la fruta, un elevado nivel de azúcar en horas cercanas a la noche puede perturbar el sueño. De nuevo, dependerá de la cantidad, el tipo de fruta, y la hora a la cual se consume. Este consejo no sería aplicable para todo el mundo, pero sería algo a valorar dependiendo de cada sensibilidad individual.

De hecho, Schubert aconseja no consumir alimentos crudos más allá de las 16 o 17 horas, independientemente de la hora a la que nos acostemos. Y existiría evidencia científica al respecto.

Por un lado, varios estudios sugerirían que los alimentos crudos consumidos por la noche no serían la mejor opción, como un trabajo publicado en la revista Food & Function, que sugiere que los alimentos crudos pueden provocar problemas digestivos e hinchazón debido a su elevado contenido en fibra.

Por otro lado, un estudio publicado en la revista Gut el pasado año 2017 sugirió que una dieta rica en alimentos crudos puede alterar la flora intestinal y llevar a provocar importantes problemas digestivos. Así mismo, la revista Sleep Medicine Reviews habría investigado la relación entre la ingesta alimentaria y la calidad del sueño, sugiriendo que las comidas difíciles de digerir por la noche pueden alterar el descanso nocturno.

Como posibles alternativas a las ensaladas, el doctor Schubert sugiere el consumo de verduras hervidas o al vapor, más fáciles de digerir, y por lo tanto más adecuadas al horario nocturno. Otros alimentos recomendados por su parte serían sopas ligeras, productos integrales cocidos, o proteínas de fácil digestión como pescado o pollo, pero siempre cocinados.