Poder antioxidante
Con su pequeño tamaño y su forma y redondeada, la ñora aporta un perfil nutricional interesante. Por cada 100 gramos proporciona 80 calorías, 4,2 gramos de carbohidratos, 0,9 gramos de proteínas, 1,2 gramos de fibra y solo 0,2 gramos de grasa. Además, es una fuente rica en vitaminas A, B, C, E, minerales como potasio y fósforo, así como ácido fólico y carotenos, lo que la convierte en un alimento valioso para cualquier dieta.
Particularmente beneficiosa para combatir la anemia, las ñoras contienen cerca del 10% del hierro diario recomendado en 100 gramos y más de 130 mg de vitamina C, el doble que una naranja. Esta combinación es crucial, ya que la vitamina C mejora la absorción de hierro en el intestino, favoreciendo la prevención y tratamiento de la anemia. También son ricas en vitamina B6, esencial para la producción de hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno en la sangre.
Además, las ñoras son abundantes en antioxidantes, gracias a sus altos niveles de vitaminas A y C, ácido fólico y carotenos, que le dan su característico color rojo. Estos compuestos antioxidantes ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros trastornos graves como el cáncer, la diabetes y la artritis, al neutralizar los radicales libres responsables del daño celular. Consumir ñoras no solo enriquece las comidas con su sabor, sino que también ofrece importantes beneficios para la salud.
Rica en vitamina A
Las ñoras, como otras variedades de pimiento, son una excelente fuente de vitamina A, un nutriente esencial que también se encuentra en alimentos como las zanahorias. Incluir ñoras en la dieta puede ofrecer beneficios muy positivos para la salud ocular y la visión en general, además de tener propiedades antioxidantes como las que ya hemos señalado.
La vitamina A es fundamental para la producción de rodopsina, un pigmento localizado en la retina que es extremadamente sensible a la luz. La rodopsina es crucial para la visión en entornos de poca iluminación, ya que permite al ojo adaptarse a la oscuridad y mejorar la visión nocturna. Gracias a su papel en la fabricación de este pigmento, la vitamina A es vital para mantener una buena capacidad de ver en la oscuridad. De hecho, uno de los primeros signos de deficiencia de vitamina A es la ceguera nocturna.
Más allá de su función en la visión nocturna, la vitamina A es indispensable para el desarrollo y mantenimiento de la salud ocular en general. Durante la infancia, esta vitamina tiene un papel vital en el desarrollo de los ojos, contribuyendo a la formación adecuada de la retina y otras estructuras oculares. Una ingesta adecuada de vitamina A durante las primeras etapas de la vida puede prevenir problemas de vista en el futuro, como la degeneración macular y otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento ocular.