La idea que teníamos en España sobre lo que había que desayunar a diario está cambiando en España. Eso sí, cambia poco a poco. Los supermercados dedican pasillos todavía a esos alimentos que durante décadas se han considerado como lo mejor para empezar el día. Productos dulces, sobre todo, y con un alto contenido en calorías que provienen casi siempre de los azúcares o de las grasas de menor calidad. Sin embargo, los expertos aseguran que no es una magdalena lo que quiere nuestro cuerpo a primera hora del día.
Lo que comemos a la hora del desayuno se debería parecer más a lo que comemos en el resto del día. Es decir, podemos tomar una proteína de buena calidad, cereales integrales y vegetales. Un buen desayuno sería un plato de pescado o unas legumbres, pero no estamos acostumbrados a tomar esto nada más levantarnos. No pasa nada, los expertos también aconsejan otros alimentos con más aceptación como el huevo en cualquiera de sus preparaciones, los frutos secos o la avena.
Todos estos alimentos contienen un buen aporte de energía para la primera hora del día, pero lo bueno es que, además, sus calorías proceden de nutrientes fundamentales para la salud. No hay por qué desterrar para siempre los desayunos que solíamos tomar, sino reservarlos para un día especial. Si nuestra dieta es, en general, saludable, desayunar estos productos de manera esporádica no tendrá un gran efecto en nuestra salud. Si se hace un exceso de ellos, pueden fomentar la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y también las del cerebro.
Desayunos y cerebro
Precisamente, la neuróloga Mona Bahouth, que también es profesora asociada de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad John Hopkins en Estados Unidos, ha explicado a Today cuáles son los desayunos que siempre evita. Bahouth ha señalado a los cereales azucarados y también a los pasteles: "Es importante que empecemos a aprender a leer las etiquetas porque una gran cantidad de azúcares simples pueden estar escondidos en muchos alimentos y, especialmente, en los del desayuno", explica la experta.
Si bien a nadie le sorprende que unos cereales del supermercado contengan azúcar simple, la neuróloga señala que deberíamos observar también otros productos como los yogures. Sólo los naturales suelen estar libres de ellos. Por el contrario, los yogures que se venden con trozos de fruta o de cereales pueden aparentar ser saludables, pero suelen incluir azúcares añadidos que terminan por convertirlos en un alimento insano. Los expertos recomiendan que seamos nosotros mismos quienes pongamos la fruta o los frutos secos al yogur.
Pero, además, en Today también se han criticado los desayunos a base de carnes con un alto contenido de grasa. Con esto señalan a los países en los que es común servir para desayunar salchichas o panceta, como Estados Unidos. Aunque en España es menos frecuente desayunar ese tipo de carnes, sí que hay quien toma carnes procesadas. Este tipo de carnes suele tener una alta cantidad de sodio, grasas perjudiciales y su consumo excesivo se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer.
La carne procesada más aceptada a la hora del desayuno es el jamón serrano o ibérico, que dependiendo de la calidad impactará en mayor o menor medida en nuestra salud. Ahora bien, otra carne procesada que se convirtió en un desayuno popular en los últimos años es el fiambre de pavo en lonchas. Aunque es posible encontrar pavos de mejor calidad —aquellos que se acerquen más al 100% de contenido de carne—, una gran mayoría de los que comemos a la hora del desayuno suelen tener un contenido bajo de carne y contienen ingredientes de relleno, como almidones, además de azúcares.