Existen muchos alimentos saludables que suelen ser recomendados por profesionales y especialistas de la nutrición. Sin embargo, el hecho de que un alimento sea beneficioso no implica que pueda consumirse en grandes cantidades, ya que pueden tener un elevado contenido calórico, lo que puede generar un desequilibrio en la dieta si no se controla su ingesta. Por ello, es fundamental entender que incluso alimentos que consideramos sanos requieren un consumo responsable para aprovechar al máximo sus beneficios sin comprometer nuestra salud.

Esa es la idea que ha defendido el conocido nutricionista Pablo Ojeda en el programa radiofónico Las Mañanas KISS en una intervención que comenzó cuando el presentador, Xavi Rodríguez, planteó el tema: “Alimentos que son sanos, pero tienen más calorías de las que, a lo mejor, nos tocaría consumir”. Ante esta cuestión, Ojeda señala directamente a tres de ellos.

Saludables pero calóricos

“El primero es el aguacate. El aguacate es maravilloso, tiene muchísimas propiedades”, señala. Sin embargo, se trata de un fruto que junto con muchos nutrientes interesantes, también contiene una importante cantidad de calorías. “Cada 100 gramos puede contener entre 350 y 400 calorías”, apunta Ojeda. Por ello, aunque recomienda su consumo de forma regular, establece un límite que sitúa en “un máximo de tres aguacates a la semana”.

El siguiente alimento en su lista es el aceite de oliva virgen extra. Hoy nadie duda de las múltiples propiedades beneficiosas de este icónico ingrediente de la dieta mediterránea. Según el nutricionista, “es nuestra grasa más saludable del planeta” y debe ser parte de nuestra dieta diaria. Sin embargo, advierte que se trata de un alimento muy calórico, ya que “100 ml pueden contener unas 900 calorías”.

Ojeda pone un ejemplo muy gráfico: “Para que te hagas una idea, una cucharada sopera bien colmada tiene en torno a 120 calorías”. Con un toque de humor, añade, “si por la mañana te haces una tostada con aceite y luego al mediodía le añades un poco más a la ensalada, y ya por la noche al filete... pues cuando te das cuenta, ¡te has tomado 900 o 1.000 calorías!”.

En tercer lugar, Ojeda mencionó a los frutos secos. Nueces, almendras y pistachos, entre otros, son muy valorados, y de hecho, los describe como “súperalimentos” con “propiedades increíbles”. Sin embargo, advirtió sobre su alto contenido calórico, recomendando no consumir más de 25 o 30 gramos al día, lo que equivale a “un puñadito”, ya que en promedio contienen alrededor de 700 calorías por cada 100 gramos.

Del tabú a la recomendación

Durante muchas décadas, especialmente en la segunda mitad del siglo XX, las grasas alimentarias fueron demonizadas tanto por la gente corriente como por muchos expertos. Era común vincularlas a enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. A raíz de ello, surgió una tendencia hacia dietas bajas en grasas, en las que se promovía evitar o limitar el consumo de alimentos grasos, como mantequilla, carnes rojas y aceites.

Sin embargo, investigaciones más recientes han revelado que no todas las grasas son iguales y que algunas son esenciales para una buena salud. Hoy en día, los expertos en nutrición suelen diferenciar entre grasas "buenas" (insaturadas) y grasas "malas" (saturadas y trans). Las grasas insaturadas, presentes en alimentos como el aguacate, el aceite de oliva, los frutos secos y el pescado, son consideradas saludables y beneficiosas para el corazón, ayudando a reducir los niveles de colesterol "malo" (LDL) y a aumentar el colesterol "bueno" (HDL).

Por tanto, los alimentos que señala Ojeda son ricos en estas grasas saludables. Sin embargo, no hay que perder de vista que su elevado contenido calórico puede ser un inconveniente si se consumen en exceso. La clave está en integrarlos de forma moderada, respetando las porciones recomendadas para evitar que un alimento sano termine contribuyendo al aumento de peso o a un desequilibrio en nuestra alimentación diaria.