El lulo (Solanum quitoense) también conocido como naranjilla, coconilla, quito, uva de monte o nuquí, es una fruta subtropical andina que se está poniendo de moda. Se cree que el origen está en Perú, Ecuador y el sur de Colombia, pero hoy se cultiva en la mayor parte de América Central, Puerto Rico, y las costas cálidas de Florida y Australia. También en España, donde se está introduciendo poco a poco en zonas costeras y cálidas.
En la cocina, el lulo destaca por equilibrar sabores y aportar frescura. En bebidas, como la lulada, combina con agua, azúcar, hielo y limón. También se usa en siropes, batidos y vinos artesanales. En postres, su color vibrante y textura cremosa realzan mousses, helados y sorbetes con su acidez. En platos salados, el lulo se emplea en salsas para pescados y mariscos. También sirve para vinagretas con aceite de oliva y hierbas.
Con un sabor que es una mezcla entre la jugosidad de la piña y la acidez del limón, creando un sabroso contraste. Pero si por algo destaca este fruto es por sus valores nutricionales, con un bajo valor calórico, aportando 25 kcal por cada 100 g. Contiene una pequeña cantidad de grasa total, apenas 0,25 g. En cuanto a los carbohidratos, tiene 5,9 g, de los cuales 3,5 g corresponden a azúcares. Además, el lulo proporciona 0,5 g de proteínas y 1 g de fibra alimentaria y 93 g de agua. También aporta diversas cantidades de vitaminas A, C, B6, B3 (niacina) y K.
Rico en vitaminas y minerales
El lulo es una fuente natural de vitaminas C, A, B3 y B6, además de minerales como hierro y fósforo. Estas vitaminas refuerzan el sistema inmunológico, mejoran la salud ocular y contribuyen al metabolismo energético, mientras que el hierro ayuda a combatir la anemia y el fósforo apoya la fortaleza ósea. La vitamina C, junto con otros antioxidantes y flavonoides presentes en el lulo, reduce los radicales libres, lo que podría ayudar a prevenir enfermedades degenerativas, incluyendo el cáncer.
El lulo, compuesto en un 93% por agua, es un excelente diurético natural. Este efecto contribuye a la eliminación de líquidos y sodio del cuerpo, ayudando a mantener equilibrados los niveles de estos elementos, fundamentales en la prevención de la hipertensión. Gracias a su alto contenido en fibra, el lulo favorece la motilidad intestinal, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento y promueve una digestión saludable.
Repleto de antioxidantes como la vitamina C, la vitamina A y diversos flavonoides, los lulos no solo ayudan a combatir los radicales libres, sino que también apoyan la eliminación de toxinas del cuerpo. Al ser un diurético, facilita la limpieza interna del organismo, lo que contribuye a un estado de bienestar general y a mantener una piel y un cuerpo más jóvenes.
Con su bajo contenido calórico y de azúcares simples, el lulo es una fruta que se adapta bien a dietas de control de peso. Sus propiedades saciantes, su aporte en fibra y su efecto diurético hacen que sea una excelente opción para quienes buscan perder peso de forma saludable. Además, su contenido en fibra contribuye a una absorción más lenta de los azúcares, lo que puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2.