Durante años hemos ido dejando atrás algunos hábitos del desayuno que parecían inamovibles. Adiós al zumo de naranja exprés, que supuestamente perdía sus vitaminas si no se tomaba de inmediato, y al clásico vaso de leche con cacao repleto de azúcar.
Sin embargo, algunos vestigios de aquellos desayunos de la infancia siguen presentes en nuestras rutinas adultas, en forma de cereales procesados y galletas. Muchos aún los consideran opciones válidas para empezar el día, pero los expertos son contundentes: si buscamos un desayuno saludable, es hora de pasar página.
El nutricionista Pablo Ojeda, habitual colaborador de Más Vale Tarde de La Sexta, afirmó que un café acompañado de procesados como galletas o cereales es una opción muy pobre para comenzar el día. "Cuatro galletas tienen unas 200 calorías, lo mismo que unas buenas tostadas con jamón", explicó Ojeda, subrayando que estas alternativas ofrecen poco valor nutricional.
También señaló que los cereales, sobre todo los no integrales, son una elección poco recomendable debido a su alto contenido calórico y azúcares añadidos. En cambio, absolvió a los cereales integrales, como la avena, sugiriendo que los combinemos con yogur y frutos rojos para lograr un desayuno equilibrado y completo, tal como recomienda la Universidad de Harvard.
Según Ojeda, un buen desayuno debe incluir tres elementos clave: carbohidratos, grasas saludables y proteínas. "Una tostada de pan integral, cereales integrales o un poco de avena" son fuentes ideales de carbohidratos, ya que proporcionan energía que se libera de forma gradual, manteniéndonos saciados durante más tiempo.
Cereales integrales
La dietista-nutricionista Sara López, del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA), advierte que es crucial optar por cereales 100% integrales en lugar de refinados. Mientras los refinados se absorben rápidamente, provocando picos de glucosa, los integrales aportan proteínas, fibra y micronutrientes como las vitaminas del grupo B y minerales esenciales.
El segundo pilar de un desayuno saludable, según Ojeda, son las grasas saludables. Aquí, menciona el aceite de oliva virgen extra, el aguacate y el huevo como opciones destacadas, pero advierte sobre no mezclar varias fuentes de grasa en la misma comida.
"Si añadimos una grasa, no necesitamos otra, ya que estaríamos aumentando innecesariamente la ingesta de grasa", señaló. La nutricionista Belén Fontán, del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid, coincide en la importancia de distribuir las grasas saludables a lo largo del día, en lugar de concentrarlas en una sola comida.
Finalmente, no puede faltar una fuente de proteína de calidad. Ojeda sugiere incorporar alimentos como el jamón ibérico o el huevo, recordando que el mito de que consumir huevos aumenta el colesterol ha sido ampliamente desmentido.
Las propiedades del huevo
Estudios recientes, como los publicados por la doctora Laura Arranz, de la Universidad de Barcelona, confirman que el huevo no solo no incrementa el riesgo cardiovascular, sino que ayuda a proteger contra enfermedades como el infarto. Además, es un alimento muy saciante, ideal para quienes buscan regular el apetito y evitar el picoteo entre horas, contribuyendo así al éxito de dietas de control de peso.
En resumen, un desayuno completo y saludable debe incluir cereales integrales, grasas saludables y proteínas de calidad. Decir adiós a los cereales azucarados y las galletas es clave para mejorar nuestra salud y empezar el día con energía. Como recomiendan los expertos, optar por alimentos reales y de calidad es la mejor manera de nutrirnos y cuidar nuestro cuerpo.