El café es la bebida más consumida en el mundo y también una de las más populares en España, donde el 63% de los españoles mayores de 15 años declaran tomar al menos un café díario, según el informe de "Hábitos de Consumo de Café en España". Un informe que indica que los consumidores más habituales de café en España consumen un promedio de 3,6 cafés diarios entre semana y 2,7 tazas al día de media los fines de Semana.
Un consumo de café que siempre que se haga de forma moderada y según declaraciones de la propia Sociedad Española del Corazón (SEC) puede estar asociado a una mejora indirecta de los factores de riesgo cardiovascular clásicos, aunque destacan que su influencia en la hipertensión no está aún clara. Una evidencia de que el café no es perjudicial para el desarrollo de la enfermedad coronaria y que un consumo moderado podría ser incluso beneficioso aunque sobre esto no hay demasiada evidencia.
Sin embargo, en los últimos años han sido varios los estudios realizados sobre los efectos del café en el organismo y también se ha analizado el efecto que su consumo en determinadas cantidades puede llegar a tener en personas mayores. Un estudio cuyos resultados han sido recogidos en Helsingin Sanomat.
Según el señalado estudio, consumir más de tres tazas de café al día se relaciona con un deterioro más acelerado de las capacidades cognitivas en aquellas personas mayores de 60 años. Una investigación que ha sido realizada con 8.451 personas mayores de 60 años del biobanco de Reino Unido, de las cuales un 60% eran mujeres.
Un estudio que por el contrario, no ha tenido en cuenta el consumo de café y té de las personas más jóvenes y tampoco de las diferentes variedades de café consumidas, por lo que serán necesarias más investigaciones al respecto para comprender todavía mejor los efectos que el café puede tener en las diferentes edades. Sin embargo, los resultados del estudio son especialmente llamativos.
Efectos del café en personas mayores de 60
En dicho estudio se evidencia que las personas que consumieron poco o nada de café presentaron una disminución del 8,83% menos en su capacidad para procesar información y resolver problemas en comparación con quienes bebieron mucho café durante el año de seguimiento.
Según declara la investigadora Kelsey R. Sewell, del Advent Health Research Institute, “los excesos son malos”. Comentó que beber café de forma moderada puede estar bien, pero excederse no es recomendable. Los investigadores clasificaron el consumo de café y té del estudio en tres grupos: alto, moderado y nulo.
Del total de participantes, el 18% declaró tomar cuatro o más tazas de café al día (consumo elevado), el 58% tomaba de una a tres tazas (consumo moderado) y el 25% no consumía café. En cuanto al té, el 47% bebía cuatro o más tazas al día (consumo elevado), el 38% tomaba de una a tres tazas (consumo moderado) y el 15% no lo consumía.
La función cognitiva se evaluó al comienzo del estudio y al menos en dos visitas adicionales de los participantes. Para analizar la relación entre el consumo de café, té y los resultados cognitivos, se usaron modelos estadísticos. Aquellos que nunca bebieron café o lo hicieron de manera moderada mostraron un menor deterioro de la inteligencia fluida en un período promedio de 8,83 años, en comparación con quienes consumían mucho café.
Sewell destacó que quienes consumían más café experimentaron una disminución más pronunciada en su capacidad cognitiva, mientras que el consumo moderado parecía tener un efecto protector frente al deterioro mental. En el caso del té, quienes nunca lo consumieron mostraron una mayor disminución en su inteligencia fluida, comparado con los que tomaban una cantidad moderada.
Sin embargo, al ser un estudio observacional, aún se necesitan ensayos controlados para entender mejor el impacto neuroprotector del café y el té.