Unas lonchas de jamón cocido.

Unas lonchas de jamón cocido. E.E.

Nutrición

Los expertos alertan a España: esto es lo que esconde el jamón de York cuando tiene este aspecto

Los expertos aconsejan cuidado, señalando cuándo consumir el jamón o desecharlo. Mantenerlo a la temperatura correcta evita su deterioro.

1 octubre, 2024 13:50

El jamón es uno de los alimentos más populares de nuestra gastronomía, siendo utilizado tanto para comerlo él solo como siendo ingrediente de muchos otros platos y elaboraciones. A pesar de que es un alimento que se consume con gran asiduidad, en muchas ocasiones nos encontramos con un problema y es que este se vuelve "baboso" o viscoso, lo que puede generar dudas de si es seguro o no comerlo.

La viscosidad del jamón viene provocada por el crecimiento de bacterias ácido-lácticas en el embutido, siendo un tipo de bacteria que se desarrolla en el interior del paquete por el propio contenido en hidratos de carbono y la elevada humedad que tiene este producto cárnico.

Los expertos recalcan que, a pesar de que estas bacterias no suponen ningún tipo de peligro para la salud, sí que pueden generar cierto olor y un sabor ligeramente ácido, aunque se den en pequeñas concentraciones. De igual modo, estas desempeñan un importante papel como barrera natural contra bacterias patógenas y otras que pueden llegar a ocasionar descomposición en los alimentos, generando olores desagradables y putrefacción.

Aunque en muchas ocasiones puede optarse por tomar este jamón, aunque se encuentre "baboso", lo más recomendable es evitar consumirlo, pues es complicado poder determinar el efecto que puede llegar a tener en la salud del consumidor, al desconocer el resto de microorganismos que puedan haber proliferado en el embutido.

Sin embargo, si cuando se lava el jamón con agua se aprecia que tanto el mal olor como sabor se eliminan, es muy posible que no sea perjudicial para la salud. Las bacterias ácido-lácticas, que se usan en la fermentación de productos como el yogur, el salami y algunos quesos curados, no representan un gran riesgo en cantidades bajas. Por otro lado, si una vez que se ha enjuagado el jamón sigue presentando un mal olor, no se debe consumir porque podría causar graves infecciones gastrointestinales.

Para evitar la aparición de esta viscosidad en el jamón, es imprescindible mantener los embutidos en la cadena de frío y conservarlos a temperaturas de entre 0º y 2ºC desde que se empaquetan hasta que llegan al consumidor final. En los casos en los que los embutidos se exponen a temperaturas por encima de los 4ºC, se acelera su descomposición, lo que afecta a su vida útil.

¿Cuánto dura en buenas condiciones el jamón cocido?

El jamón cocido, también llamado jamón de York, es un alimento con múltiples beneficios para la salud, lo que sumado a la gran versatilidad que ofrece en la cocina, lo han llevado a convertirse en uno de los alimentos más utilizados en los hogares. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es uno de los fiambres con menor durabilidad, y cuya conservación en buen estado y fresco es complicada durante varios días.

Por norma general, el jamón cocido recién cortado en la charcutería tiene un mejor sabor que el envasado, si bien, si se compra de esta forma, hay que tener en cuenta que apenas durará unos días en un buen estado para su consumo. Por ello, habrá que consumirlo en un plazo de 3 días como máximo, porque en caso contrario comenzará a generar un fuerte olor y pasará a volverse "baboso". Si se compra envasado, durará algunos días más.

Para conseguir que el jamón cocido comprado en charcutería se pueda conservar en buen estado durante más tiempo, se puede pedir al charcutero que te lo envase al vacío después de cortarlo, una opción más beneficiosa que la de optar por el jamón cocido que ya viene envasado, con sus correspondientes conservantes.

De esta forma, podrás disfrutar de un producto fresco y recién cortado y conservado de una forma que hará que dure más días en la nevera, una opción a tener en cuenta si la intención es la de no consumirla ese mismo día.

Por otro lado, aquellas personas que suelen guardar en la nevera el jamón cocido en el mismo papel en el que lo introduce el charcutero, debes saber que no lo haces de la forma correcta. Tanto si lo conservas en papel de aluminio como en papel de estraza, es importante que lo cambies cada dos días, para evitar la humedad que en ellos se genera y que acaban por provocar que el jamón de York se estropee.

Otra opción, y para muchos la mejor, es la de introducir el jamón cocido recién cortado en una fiambrera con cierre hermético, de manera que se conservará el producto en perfectas condiciones durante más días.

En el caso de que se haya comprado más cantidad de lo necesario, para evitar el desperdicio del alimento, cabe la posibilidad de congelar el jamón cocido, una acción que hará que el sabor se modifique ligeramente, pero que permitirá poder disfrutar de él en otro momento, alargando su vida. En este caso, habrá que guardarlo en una bolsa de plástico de congelación, y siendo muy recomendable indicar siempre la fecha en la que se compró.

Independientemente de todo lo anterior, la mejor manera de poder disfrutar del jamón cocido es consumirlo recién cortado, así que, aunque te toque acudir en una mayor cantidad de ocasiones a la charcutería, evites que el jamón se pueda llegar a estropear. Compra en pequeñas cantidades y así podrás tener exactamente lo que necesitas para el día en el que lo vas a consumir o, como máximo, en los dos días siguientes.