Una de las prácticas que más de moda se han puesto en los últimos tiempos en cuanto a hábitos de alimentación se refiere es el ayuno intermitente. Una práctica sobre la que se ha escrito y se ha hablado mucho, pero que pocas personas tienen realmente claro y que casi nadie sigue de manera correcta. 

Este curioso hábito consiste en mantener al cuerpo sin alimentar durante una serie de horas y concentrar la alimentación durante el resto del día. Así, habituamos al cuerpo a asimilar estos alimentos durante las horas de mayor actividad y le 'dejamos' descansar en la parte del día en la que en teoría debe estar menos exigido. 

Para hacer un ayuno intermitente hay diferentes teorías y diferentes hábitos. Sin embargo, muchos expertos hablan de una curiosa técnica, que es el método 16-8. Según entendidos en la materia como el nutricionista Pablo Ojeda, esta es una de las mejores formas de llevar a cabo nuestro ayuno intermitente. 

Además, gracias a este sencillo sistema, no tendremos dudas a la hora de establecer nuestros hábitos de alimentación en función de nuestras pretensiones. El citado método del 16-8 nos obliga a hacer algunos ajustes en la rutina alimentaria habitual, especialmente de los españoles, quienes acostumbramos a cenar realmente tarde, siempre por detrás de las 20:00 horas y en algunos casos incluso alrededor de las 22:00 horas de la noche.

Ahora, Pablo Ojeda aporta una serie de consejos y apostilla varias verdades importantes sobre al ayuno intermitente para transmitir lo que realmente dice la ciencia sobre esta cuestión. Y es que, aunque muchas personas practiquen estos hábitos, no todos conocen realmente los beneficios y los perjuicios que tienen. 

La verdad sobre el ayuno intermitente

Durante una de sus apariciones en el conocido programa Las mañanas Kiss, el nutricionista Pablo Ojeda ha participado en una charla sobre ayuno intermitente en la que ha aportado algunas verdades claves para conocer en qué consiste realmente esta técnica. 

Una forma de entender nuestros hábitos alimentarios de la que muchas personas han escuchado hablar, pero que realmente pocos conocen en profundidad. Por ello, lo primero que hace este experto en nutrición es advertir, y casi regañar, a aquellos que llevan con poca consistencia estas series de ayuno.

"El ayuno intermitente está fenomenal si se hace bien. No sirve de nada dejar de comer cuatro días para ponerme como un pajarito el fin de semana". Con esto, Ojeda hace referencia a las personas que cumplen con su ayuno durante unos días, pero que poco después flaquean y se hinchan a comer para saciar el hambre acumulado. 

Sin embargo, este prestigioso y reconocido nutricionista asegura que, aunque muchas personas no lo crean, el ayuno intermitente tiene importantes beneficios para el organismo. Pero para eso hay que saber cómo llevarlo a cabo: "A nivel clínico hay muchos estudios que dicen que mejora la glucosa en sangre, que mejora el perfil lipídico y que favorece la autofagia celular, que es que tus células se comen tus desechos orgánicos". 

¿Qué es el método 16-8?

Pablo Ojeda recalca una y otra vez que lo más importante cuando se realiza un ayuno intermitente son dos factores: hacerlo de manera correcta y de manera consecuente y pertinaz. Por ello, recomienda a aquellas personas que no puedan aguantar que no lo intenten para así no confundir a su organismo.

Una de las formas más sencillas para no perder el ritmo de nuestro ayuno es seguir el conocido método del 16-8. Esto quiere decir, permanecer 16 horas sin comer y concentrar nuestra alimentación en las 8 horas siguientes."El ayuno intermitente que más beneficio tiene es el 16-8, es decir, dejo de comer a las seis de la tarde y la siguiente ingesta la hago sobre las 9 o las 10 de la mañana".

El acierto de este método reside en que, tal y como explica Pablo Ojeda, el cuerpo está habituado a comer por el día y no hacerlo cuando ya no tiene que trabajar. Por ello, no pasa nada si lo dejamos descansar sin alimentarlo. Es lo que se conoce como 'alimentación restringida en el tiempo'. Sin embargo, en el debate de este programa surge la lógica duda de que en España es más difícil llevar a cabo este método por nuestros horarios.

"Todo el planeta lo hace. España es el único que no lleva estos hábitos. El ser humano está diseñado para comer de día y no comer durante la noche". Por ello, para que en España podamos hacer correctamente este ciclo de horas de comida y ayuno, estamos obligados a saltarnos una comida, a adelantar la cena o atrasar el desayuno.

Por último, Ojeda resuelve otra duda y es por qué si en España llevamos unos hábitos de comida que no son los correctos, tenemos una longevidad tan destacada: "Nuestra longevidad no sólo tiene que ver con las horas de nuestra comida, sino también con la calidad de nuestros productos y con otros factores".

"Naciones o poblaciones con un alto índice de sociabilización tienen muchos años de vida. Pero si es por hábitos alimentarios, tengo que dar una mala noticia y es que actualmente en España solamente 3 personas de cada 10 siguen lo que se conoce como la dieta mediterránea".