El pasado 8 de octubre de 2024, España notificó a través del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) que había detectado niveles elevados de mercurio en un cargamento de pescado procedente de Senegal. El producto en cuestión es un lote de Epinephelus aeneus, una especie de mero muy popular en la gastronomía, conocido por su carne blanca y suave. Sin embargo, este cargamento no cumplió con los estándares de seguridad alimentaria de la Unión Europea, lo que llevó a su retención en la frontera y al rechazo de la mercancía.

Los análisis realizados revelaron que los niveles de mercurio en el pescado alcanzaban los 0,87 mg/kg. Estos resultados superan significativamente el límite máximo permitido por la normativa europea, que establece en 0,50 mg/kg la concentración máxima de mercurio en productos de la pesca destinados al consumo humano.

El mercurio es un metal pesado tóxico que, cuando se acumula en el organismo, puede causar serios problemas de salud, especialmente en poblaciones vulnerables como los niños, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades preexistentes. La exposición prolongada a niveles elevados de mercurio puede provocar daños neurológicos, renales y cardiovasculares, así como afectar el desarrollo del sistema nervioso en fetos y niños pequeños.

Según el RASFF, la decisión de clasificar este incidente como de riesgo "grave" se debe precisamente a la alta toxicidad del mercurio y a las posibles consecuencias para la salud de los consumidores. Aunque el cargamento fue retenido antes de ingresar al mercado, esta alerta subraya la importancia de mantener estrictos controles sobre los productos alimentarios importados.

La respuesta de las autoridades españolas ha sido inmediata y eficaz. Tras la detección de los altos niveles de mercurio, el cargamento fue bloqueado y rechazado para su distribución. Además, se notificó a las autoridades senegalesas para que adopten las medidas necesarias y revisen sus controles de seguridad alimentaria, con el objetivo de prevenir futuros incidentes.

Este caso destaca la necesidad de que los consumidores estén atentos a las alertas sanitarias relacionadas con productos del mar y alimentos en general. Aunque las autoridades trabajan para garantizar la seguridad alimentaria, la posibilidad de exposición a sustancias tóxicas siempre existe. Se recomienda moderar el consumo de especies de peces que tienden a acumular mayores cantidades de mercurio, como los depredadores grandes, y optar por alternativas más seguras.

La vigilancia constante y la cooperación internacional son esenciales para proteger la salud pública y garantizar que los alimentos que llegan a nuestras mesas sean seguros y de calidad.