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Aunque está disponible durante todo el año, el repollo se considera una hortaliza de invierno. Esta planta, que crece de forma silvestre en gran parte de Europa, comenzó a ser cultivada hace más de 4.500 años, posiblemente por los egipcios, quienes le atribuían propiedades digestivas y contra la embriaguez. Con el tiempo, ha mantenido su popularidad en la cocina europea y española.

El producto que ofrece Mercadona es el medio repollo, con un peso aproximado de 796 g, por 1,58€. Aunque en el etiquetado no se detallan sus valores nutricionales, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), 100 g de repollo aportan 36 kcal, 3,3 g de proteínas y un muy bajo aporte de lípidos totales, con solo 0,3 g. En cuanto a los hidratos de carbono, aporta 3,3 g y su contenido de fibra es de 3,4 g y un 89,7 % de agua.

Agua, fibra y potasio

El repollo es un vegetal que ofrece numerosos beneficios para la salud gracias a su perfil nutricional. Una de sus principales características es su alto contenido de fibra, fundamental para regular el tránsito intestinal, ayudando a prevenir el estreñimiento y promoviendo una digestión más eficiente. Además, puede contribuir a mejorar el control de los niveles de azúcar en sangre y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2.

Otro beneficio clave del repollo es su alto contenido de agua, lo que lo hace muy hidratante y adecuado para dietas de control de peso. Con casi un 90% de agua, este alimento tiene una baja densidad calórica, lo que significa que se puede consumir en grandes cantidades sin sumar muchas calorías, ayudando a mantener la saciedad y a controlar el apetito. Este aspecto lo hace ideal para quienes buscan perder peso o mantener una dieta equilibrada.

El repollo también es una buena fuente de potasio, un mineral crucial para mantener el equilibrio de los electrolitos en el cuerpo. Este juega un papel importante en la función muscular y en la regulación de la presión arterial, contribuyendo a una mejor salud cardiovascular. Mantener un consumo adecuado de potasio puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares.

Repollo rizado

Por último, el repollo es una fuente rica en folatos (vitamina B9), un nutriente esencial para la regeneración celular y crucial durante el embarazo. Los folatos ayudan a prevenir defectos del tubo neural en el feto, lo que los hace fundamentales para una gestación saludable. Además, este nutriente es clave para la producción de ADN y otras funciones celulares esenciales, beneficiando tanto a las mujeres embarazadas como al resto de la población.

Colesterol

Los alimentos de hoja verde, como el repollo, son especialmente recomendados para disminuir los niveles de colesterol. En este caso, destaca por su alto contenido de vitamina C y betacaroteno, que proporcionan una potente dosis de antioxidantes esenciales para combatir los radicales libres y proteger las células del daño. 

Gracias a estos efectos antioxidantes, su consumo ayuda a inhibir la oxidación de las células grasas, lo que contribuye a la reducción del colesterol LDL, el considerado colesterol "malo". Este efecto se potencia gracias a su fibra soluble y fitoesteroles que se unen al colesterol en el intestino, impidiendo su absorción en el torrente sanguíneo.

A su lucha contra el colesterol también contribuye su alto contenido de agua. Al ayudar a mantener el cuerpo hidratado, puede evitar que el organismo absorba el colesterol. De esta forma, el repollo se convierte en un aliado perfecto para una dieta saludable y equilibrada.