El persimón y el caqui son originarios de Asia, donde son muy apreciados por su sabor y valor ornamental. En España, la Comunidad Valenciana lidera su producción, donde destaca el persimón de la variedad Rojo Brillante, comercializado bajo la Denominación de Origen Protegida (DOP) Kaki Ribera del Xúquer y la marca registrada Persimon. Sin embargo, también es posible encontrar en el mercado persimones producidos fuera del Consejo Regulador.
Según el sitio web del Consejo Regulador Kaki Ribera del Xúquer, el persimón destaca por ser una fruta de bajo contenido calórico y rica en fibra. Por cada 100 g, aporta 69,1 kcal y contiene 0,01 g de grasas, de las cuales las saturadas son menos de 0,01 g, 14,1 g de hidratos de carbono, todos ellos en forma de azúcares naturales, 3,66 g de fibra alimentaria, 0,66 g de proteínas y 0,007 g de sal, un valor muy bajo que se debe únicamente al sodio presente de manera natural en el alimento.
Múltiples beneficios
Con sus valores nutricionales, esta variedad de caqui ofrece interesantes beneficios. Es una fruta baja en grasas y sodio, lo que la hace perfecta para quienes desean cuidar su salud cardiovascular. Además, su elevado contenido en fibra favorece la salud digestiva, ayudando a prevenir el estreñimiento y mejorando la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Además, aporta una sensación de saciedad, lo que contribuye a controlar el hambre de manera natural.
Además, es rico en vitaminas y minerales esenciales como la vitamina C, el hierro y el potasio. La vitamina C, con su potente efecto antioxidante, refuerza el sistema inmunológico y ayuda a la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal, siendo fundamental para la salud en general. El hierro es fundamental para la formación de hemoglobina y el transporte de oxígeno, mientras el potasio contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y la musculatura.
Otro de sus puntos fuertes es su alto contenido en agua, lo que no solo ayuda a mantener una correcta hidratación, sino que también hace que sea una opción ligera y refrescante, ideal para cualquier dieta. Además, contiene licopeno, un antioxidante natural responsable de su característico color anaranjado-rojizo, el cual también está presente en alimentos como el tomate y que contribuye a proteger las células del daño oxidativo.
Pero en qué se diferencia del caqui
El punto de recolección es una de las diferencias entre el caqui y el persimón. Mientras que el caqui se recoge cuando está completamente maduro, lo que le otorga una pulpa suave y gelatinosa, el persimón se cosecha antes de alcanzar su madurez total. Esto significa que el persimón aún está firme o semi maduro en el momento de la recolección, lo que, junto a un tratamiento especial, le permite conservar una textura dura y consistente.
En cuanto al sabor, el caqui es conocido por su dulzura intensa, ideal para quienes disfrutan de frutas muy azucaradas. En cambio, el persimón ofrece un sabor más suave y menos empalagoso, con notas que evocan el melocotón o el albaricoque. La textura también es un factor diferenciador. El caqui tiene una consistencia blanda y gelatinosa, perfecta para comer con cuchara, de manera similar a como se consumiría un kiwi. En contraste, el persimón, al ser más firme, se puede cortar en rodajas y disfrutar como si fuera una manzana.
Pero la principal diferencia entre ambos radica en el nivel de astringencia. El caqui, en su forma tradicional, debe consumirse cuando está muy maduro para evitar ese característico sabor astringente, lo que resulta en una pulpa extremadamente carnosa y jugosa. Por su parte, el persimón ha sido tratado específicamente para eliminar esa astringencia mientras la fruta aún está firme, lo que le permite llegar a mercados más lejanos y ofrecer una mayor versatilidad en su consumo.