P. Fava
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El 79,4 por ciento de la población española considera que el yogur forma parte de una dieta equilibrada, en torno al 80 por ciento reconoce que su consumo ayuda a reforzar el sistema inmunitario y a mejorar la microbiota intestinal, y el 89,4 por ciento ve los yogures como un producto para toda la familia. Estas son las principales conclusiones del estudio 'Nutrición, salud y yogur en todas las etapas de la vida'.

Este estudio recoge que se consumen con alta frecuencia yogures naturales (el 61 por ciento). El yogur es un alimento nutricionalmente denso, fuente de varios nutrientes y que proporciona minerales y vitaminas esenciales para un buen funcionamiento del organismo. Además de calcio, también contienen una elevada cantidad de proteínas de alta calidad, así como fósforo, magnesio, potasio, zinc, yodo y vitaminas A, D, B2 y B12.

Asimismo, han detallado que los probióticos presentes en el yogur pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino, crucial para la digestión adecuada y la absorción de nutrientes, lo que ayuda en la prevención de enfermedades gastrointestinales y otras afecciones relacionadas con el sistema inmunológico.

El 75,7 por ciento de encuestados está de acuerdo en su considerable valor nutritivo; el 81,3 por ciento que es conveniente para la salud intestinal; el 71,2 indica que su consumo regular puede ayudar a prevenir la osteoporosis; y el 63,4 que puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Los organismos responsables en materia de nutrición recomiendan el consumo diario de lácteos, pudiendo tomar hasta tres raciones diarias, sin azúcares añadidos y con bajo contenido en sal, tal y como recoge el documento Recomendaciones dietéticas saludables y sostenibles, elaborado por expertos y editado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición del Ministerio de Consumo en 2022.

Hábitos de los españoles

El informe, realizado por AEFY y 40dB, profundiza en la alimentación general de los españoles. De este punto se extrae que una mayoría se preocupa por seguir una dieta saludable. Así, ocho de cada 10 prefiere comer alimentos saludables y compra aquellos que le ayudan a cuidar de su salud.

La mayoría trata de informarse sobre alimentación saludable (73,9%) y evita los precocinados (70,1%). Asimismo, el 85,3% se esfuerza porque la dieta de su familia sea sana y equilibrada. Además, la mayoría educa a los menores de su entorno para que valoren lo importante que es tener una alimentación equilibrada (76,3%) y aconseja a las personas mayores para que tengan una mejor dieta (57,7%).

Nueve de cada 10 cree que deben existir menús saludables en centros escolares, residencias de mayores y lugares de trabajo; el 87,7 por ciento ve necesario fomentar la presencia de alimentos saludables en los comedores escolares; el 85,3 por ciento reforzar la educación en alimentación saludable; y el 84,9 disponer de un etiquetado nutricional claro y comprensible.

Otras medidas que tendrían un impacto positivo en la alimentación son disponer de información suficiente y fiable (81,3 por ciento), disponer de alimentación saludable en el trabajo (81 por ciento), reforzar el acceso público a nutricionistas (80,8 por ciento) y unas regulaciones más estrictas en la publicidad de comida poco saludable (78,6 por ciento).