Publicada

Una de las mayores preocupaciones que tiene buena parte de la sociedad es adelgazar. Y es que en este término se dan la mano dos conceptos muy importantes: la salud y la estética. Por ello, cada vez más personas deciden dar el difícil paso de concienciarse para intentar llevar una vida saludable

Sin embargo, muchas personas se encuentran un tanto perdidas cuando comienzan este largo y tedioso proceso. La primera recomendación que tienen que seguir es acudir a un especialista que les aconseje y que les guie en esta empresa que no es fácil ni de conseguir ni de perseguir. 

No obstante, se podría decir que todos los expertos concuerdan en una serie de consejos básicos que son la base fundamental de toda vida saludable. Hábitos que cualquier persona puede incorporar de manera religiosa a su vida y a su día a día, sin fallar para alcanzar esa meta de perder peso, mantenernos sanos y cuidar nuestro organismo ante posibles invasores externos. 

Y es que otra lección de los especialistas es que el cuidado de nuestra salud y la prevención de enfermedades empieza desde una alimentación sana y equilibrada. Sin embargo, estos procesos, sobre todo los que implican perder peso, se complican con la edad, cuando al cuerpo le cuesta infinitamente más soltar parte de su lastre. 

Se podría decir que el momento crítico llega a los 50 años, ya que a partir de ahí, el metabolismo suele ralentizarse de manera muy considerable, lo que hace que acumulemos peso, perdamos movilidad y vitalidad y que entremos en una espiral que termina pasando factura al cuerpo. Por ello, los expertos se ponen de acuerdo y nos dan cuatro consejos que son fundamentales y que se adaptan a todo el mundo, sea cual sea su situación. 

1. Hacer deporte de manera regular

Si queremos perder peso, debemos cumplir con la regla del 150. Esto es realizar, al menos, unos 150 minutos de ejercicio físico a la semana. Incorporar actividad física es fundamental si queremos mantenernos fuertes y sanos. Además, lo ideal es realizar diferentes tipos de ejercicio combinados. 

Por ello, lo más recomendable es hacer actividades cardiovasculares como andar, correr o montar en bicicleta. Estas nos permitirán ganar fuerza y quemar calorías de forma más rápida. Activando nuestro cuerpo aceleraremos nuestro metabolismo, mejoraremos nuestra salud cardiovascular y también ganaremos vigor óseo y muscular. 

2. Control de las comidas

Tan importante es hacer ejercicio de manera regular como llevar una dieta equilibrada y sin excesos. Salvo que estemos en una situación de sobrepeso u obesidad grave, no necesitaremos llevar a cabo una dieta estricta y pesada para mantenernos en forma, sino más bien optar por alimentos que favorezcan la aceleración de nuestro metabolismo

Un truco muy sencillo y útil es tomar té verde después de las comidas. Otro es introducir especias como la cayena en nuestros platos. Y también incluir en nuestra dieta productos ricos en soja. Por último, la gran recomendación de los especialistas es mantener una gran hidratación, bebiendo más de dos litros de agua al día, incluso en ayunas. 

3. Desayuno obligatorio y saludable

Aunque lo de que el desayuno es la comida más importante del día es un mito, lo que sí es cierto es que juega un papel fundamental. Ya que una de sus funciones, además de dotarnos de energía, es activar nuestro metabolismo desde primera hora. Por ello, es básico no saltarnos esta primera comida. 

Y para seguir un plan saludable, lo mejor será incluir lácteos, cereales integrales y frutas enteras con piel. Así tendremos el aporte de nutrientes necesario para activar nuestro cuerpo lo más rápido posible y de la manera más eficiente. 

4. Descanso adecuado

Hacer deporte, comer bien, mantenerse hidratado y... descansar bien. Y es que el sueño es otro de los factores claves para controlar nuestro peso, ya que juega un papel fundamental a la hora de acelerar de nuestro metabolismo. Dormir poco o mal hace que este se ralentice y que nos cueste más bajar esos kilos de más

Por ello, todos los expertos recomiendan dormir en un ambiente tranquilo al menos unas 6 o 7 horas, aunque lo recomendable sería llegar hasta las 8. Para ello es fundamental evitar el uso de dispositivos electrónicos que nos distraen y nos restan tiempo de descanso. 

Así pues, si seguimos estos trucos generales, estaremos predispuestos positivamente a tener un metabolismo en orden que nos permita perder peso con mayor facilidad en el momento en el que lo deseemos. Incluso habiendo superado la siempre complicada barrera de los 50 años.