La demencia es un proceso neurodegenerativo ligado al envejecimiento para el sigue sin existir una cura o tratamiento óptimo, pero los últimos avances en la investigación médica han revelado que un estilo de vida saludable es clave para mantener una buena salud cerebral. Y la dieta es un pilar básico de este estilo de vida saludable.
Con tan solo unos pequeños hábitos cotidianos, es posible reducir el riesgo de demencia, aunque deben ser constantes durante la vida. Un nuevo estudio ha vuelto a destacar la importancia de consumir frutos secos: hacerlo de forma diaria reduciría hasta un 12% el riesgo de demencia.
El nuevo estudio publicado en Geroscience apunta que este consumo se asocia con un menor riesgo de demencia por cualquier causa en la edad adulta. Para llegar a dicha conclusión, los investigadores evaluaron datos del Biobanco del Reino Unido. Seleccionaron a 50.386 participantes de entre 40 y 70 años, y analizaron tanto su consumo de frutos secos como otros factores de riesgo o protección frente a la demencia.
Tras tener en cuenta factores como la edad, sexo, nivel educativo y estilo de vida general, tomar frutos secos se asoció con un 12% menos de riesgo de demencia. Además, las mujeres, los adultos de mayor edad, los no fumadores y las personas que tenían un estilo de vida más saludable en general eran los que más se beneficiaban.
Pero, ¿por qué los frutos secos protegen contra la demencia? Su secreto estaría en su densidad nutricional, como explicó recientemente el Dr. David Perlmutter, neurólogo, miembro del Colegio Americano de Nutricionistas y divulgador.
"Se sabe que los frutos secos son ricos en grasas saludables, antioxidantes, fibra y compuestos antiinflamatorios, que pueden favorecer la salud cerebral y reducir tanto la inflamación como el estrés oxidativo. Además, se sabe que el consumo de frutos secos tiene un efecto positivo en el microbioma intestinal, algo que a su vez influye en la salud cerebral", escribe.
Por todo ello, explica Perlmutter, los frutos secos previenen la neurodegeneración, promueven un mejor rendimiento cognitivo y mejoran tanto la salud cardiovascular como metabólica. En general, los alimentos antiinflamatorios se consideran excelentes para la salud cerebral en general, especialmente cuando se toman en una cantidad y frecuencia constante.
El Dr. Perlmutter diferencia cada grupo de frutos secos según sus componentes:
- Las nueces son ricas en ácidos grasos omega-3, con beneficios indiscutibles para la salud cerebral, aunque no son buena opción si se sufre enfermedad renal. En general, los neurólogos las señalan como el mejor fruto seco a consumir de forma diaria.
- Las almendras y avellanas son ricas en vitamina E, un antioxidante natural que protege las células cerebrales.
- Los pistachos, nueces pecanas y anacardos son ricos en antioxidantes y nutrientes que colaboran en las funciones metabólicas y cognitivas.
"En general, la variedad en el consumo de frutos secos es la mejor opción para lograr una ingesta equilibrada de nutrientes", afirma. De hecho, otro estudio corrobora este consejo, donde se sugiere que la variedad en la dieta es la mejor opción para mejorar la salud cerebral.
Así mismo, es importante recordar que es mejor consumir de forma regular frutos secos sin sal, en una cantidad equivalente a los 30 gramos diarios, para lograr más beneficios tanto a nivel cerebral como cardíaco. Otros buenos ejemplos de alimentos neuroprotectores serían los frutos del bosque, las verduras de hoja verde (col rizada, espinacas, berzas, hojas de mostaza, acelgas), el pescado graso o pescado azul, el aceite de oliva, el chocolate negro y los granos integrales.