Publicada

Tener una buena alimentación y ser partícipes de una dieta equilibrada tiene muchos más beneficios de los que buena parte de la sociedad cree. Y es que mucha gente subestima enormemente el poder que tiene para nuestro organismo eliminar ciertos alimentos e incluir otros a los que se atribuyen casi 'superpoderes'. 

Para saber por qué alimentos tenemos que decantarnos basta con consultar a los expertos o seguir los consejos que muchas veces divulgan en medios de comunicación, publicaciones específicas o incluso a través de sus redes sociales. Y es que hay toda una fiebre creciente de grandes profesionales que aprovechan su tirón en redes para llegar a cientos de miles de personas

Sin embargo, los últimos expertos, además con sello español, que han realizado un aporte notablemente significativo a este campo proceden de la Universidad Complutense de Madrid. Y es que en este reputado centro se ha llevado a cabo un importante estudio en relación a una de las dietas más famosas, la conocida como 'Dash', siglas en inglés de 'Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión'. 

Ahora, la investigación de la UCM estaba centrada en pacientes sanos, pero que al seguir una dieta no considerada como sana, presentaban alteraciones en el funcionamiento de determinadas regiones cerebrales similares a los pacientes con alzhéimer. Considerando como sana una base alimentaria igual o similar a la citada 'Dash'. 

Este estudio pretende reforzar la relevancia de un estilo de vida saludable, no sólo para proteger nuestro organismo de cuestiones como el sobrepeso, si no también de problemas graves de salud como en este caso disfunciones cerebrales. Siguiendo este tipo de alimentación, las personas consiguen reducir el riesgo de sufrir problemas como el temido alzhéimer que tantas y tantas familias destroza cada año. 

¿Cómo es la dieta 'Dash'?

La investigación realizada recientemente por la Universidad Complutense de Madrid y proyectada en la publicación especializada GeroScience contó con una muestra de 179 adultos con edades entre 41 y 81 años. En dicho trabajo, los investigadores analizaron la alimentación de estas personas y la clasificaron en función de su cercanía a la dieta 'Dash'. Así decidían si seguían un plan sano y equilibrado y que fuera propenso a evitar y aumentar el riesgo de problemas cerebrales.

Además, realizaban un seguimiento de su actividad cerebral mediante magnetoencefalografía. Los expertos indican que la dieta 'Dash' enfatiza el consumo de productos como cereales integrales, frutas y verduras, lácteos bajos en grasa, carnes magras, pescado, aves, frutos secos, semillas y legumbres. Además, también apuestan por el uso moderado de grasas y aceites para mejorar el efecto de este plan saludable.

Este ha sido el primer estudio que ha tratado la relación directa entre la dieta y las medidas electrofisiológicas de la actividad cerebral mediante magnetoencefalografía (MEG) en personas cognitivamente sanas. Tras analizar las conclusiones, los expertos aseguran que los resultados obtenidos tienen "una gran importancia", ya que supone la confirmación de la necesidad de aumentar la adhesión a este tipo de patrón dietético. "Puede favorecer un buen funcionamiento cerebral en gente sana" y potencialmente incluso prevenir el deterioro del cerebro.

El proyecto forma parte de una gran investigación destinada al seguimiento de personas cognitivamente sanas para intentar identificar biomarcadores tempranos del alzhéimer. Y es que los resultados son claros, ya que no seguir este tipo de dieta se asocia a una menor probabilidad de tener una actividad elevada en zonas como el precúneo, el hipocampo o zonas mediales frontales.

Estas regiones citadas anteriormente son las que se ven afectadas de manera temprana cuando se desarrollan procesos de alzhéimer y las que muestran alteraciones en su funcionamiento con reducciones en su actividad. De ahí lo fundamental de esta nueva investigación.

Los expertos involucrados recuerdan que las alteraciones en el funcionamiento cerebral preceden en muchos años el deterioro cognitivo y las alteraciones estructurales. De esta forma, detectarlas en personas sanas puede suponer una ventaja temporal para prevenir, frenar o modificar su progresión.

Y por último, la conclusión de este estudio señala la relevancia de llevar un estilo de vida saludable para cuidar la función cerebral y prevenir enfermedades neurodegenerativas más allá de luchar contra problemas como el sobrepeso.