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Cuando se habla de suplementos alimenticios, algunos de los más populares son el colágeno, la vitamina D y la Omega-3, pero hay otros que se deben tener muy en cuenta, especialmente el magnesio, un mineral muy abundante en nuestro organismo. De hecho, este es muy importante al depender de este mineral cientos de reacciones químicas, además de desempeñar un elevado número de funciones del organismo.

Aunque en caso de carencia y necesidad se pueda recurrir a suplementos para conseguir el aporte de magnesio necesario, existe una cena rica en este mineral que ayuda a mejorar el sistema nervioso y disminuir el cansancio, siendo una excelente alternativa para poder disponer del mineral en las cantidades requeridas para el buen funcionamiento del organismo.

En el caso de sufrir un déficit de magnesio, se podrán sufrir sus consecuencias sobre el metabolismo de la vitamina D, y, por tanto, afectará a la absorción del calcio, haciendo que se vea perjudicada la salud ósea. Además, los músculos necesitan de este mineral para relajarse, y ante una deficiencia del mismo se podrían llegar a sufrir problemas de contracturas, calambres o rigidez.

En el caso de las mujeres, el magnesio es fundamental durante la menopausia, al intervenir en el estado de ánimo y los sofocos, por lo que en las cantidades adecuadas puede ayudar a bajar la frecuencia y la virulencia de los sofocos habituales en esta etapa de la vida de la mujer. También ayuda a mejorar el sueño y a regular los niveles de glucosa en sangre.

Para no caer en un problema de falta de magnesio, se recomienda la ingesta regular de alimentos ricos en este mineral como frutos secos (almendras, pistachos, avellanas, nueces…), semillas (sésamo, chía…), avena, quinoa, legumbres (cacahuetes, garbanzos, judías blancas, guisantes…), maíz, chocolate y pescados (bacalao, fletán…).

Ingredientes del timbal de garbanzos con espinacas y bacalao

  • 500 gramos de garbanzos cocidos
  • 1 litro de caldo de pescado
  • 250 gramos de lomos de bacalao desalado
  • 100 gramos de espinacas
  • 1 cucharadita de comino
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Leche
  • Sal

Paso 1

Escurre los garbanzos y tritúralos con el caldo de pescado, un chorrito de aceite de oliva y el comino hasta obtener una crema homogénea. Si es necesario, añade una pizca de sal.

Paso 2

Calienta leche en una olla y cuece los lomos de bacalao durante 2-3 minutos, dependiendo de su grosor. Retira la piel, desmenúzalo en lascas y déjalas secar sobre papel absorbente.

Paso 3

Hierve las espinacas en abundante agua con sal durante 2-3 minutos. Escúrrelas bien y rehógalas con un poco de aceite de oliva virgen extra.

Paso 4

Para montar el timbal, coloca en un recipiente o directamente en el plato una capa de crema de garbanzos, cubre con las lascas de bacalao y añade las espinacas como capa final.

Paso 5

Rocía con un chorrito de aceite de oliva virgen extra antes de servir. ¡Disfruta de esta cena rica en magnesio!

Otra alternativa rica en magnesio para la cena

Más allá de la preparación del mencionado timbal de garbanzos con espinacas, hay otras cenas ricas en magnesio que puedes incluir en tu dieta habitual, siendo una de ellas el bacalao confitado con rusti de patata y calabacín.

Para 6 personas se necesitan: 6 lomos de bacalao desalado, una cabeza de ajo, tres guindillas, aceite de oliva virgen extra, 400 gramos de patatas, un calabacín pequeño, 100 gramos de mantequilla (o aceite), sal, pimienta negra y cebolla cortada en juliana.

Para preparar el rusti, hay que comenzar pelando y cortando las patatas en paja, para luego lavar el calabacín y rallarlo con su piel usando un rallador de agujeros grandes. Salpimentar y ponerlo en una sartén con mantequilla o aceite y cebolla cortada en juliana. Se debe estofar despacio, moviendo al principio y dejar que se tueste cuando esté cocinado, para seguidamente darle la vuelta como si se tratase de una tortilla, dorarlo por el otro lado y reservar.

En lo que respecta al bacalao, se debe calentar en una cazuela el aceite, para que cuando esté a unos 80 grados centígrados, de forma que caliente sin llegar a quemar, introduciendo la cabeza de ajos cortada por la mitad y las guindillas. Se debe cocinar por lo menos durante 20 minutos para que se confite y cocine por completo y da sabor al aceite. Sin retirar el ajo, habrá que introducir los lomos de bacalao secos, y desde el momento en el que comience a burbujear, habrá que cocinar durante 15 minutos.

Una vez hecho el rusti y el bacalao, tan solo queda servir el rusti con el bacalao encima, además de añadir al plato unos dientes de ajo por ración y, si se desea, unas guindillas. De esta manera, se puede disfrutar de un plato lleno de sabor y que además aporta una considerable cantidad de magnesio.